Gladys Monterroso

licgla@yahoo.es

Abogada y Notaria, Magister en Ciencias Económicas, Catedrática de Derecho Financiero y Tributario de la Universidad de San Carlos de Guatemala, Diploma otorgado por la Corte de Constitucionalidad en 2005, como una de las Ocho Abogadas Distinguidas en Guatemala, única vez que se dio ese reconocimiento, conferencista invitada en varias universidades de Estados Unidos. Publicación de 8 ediciones del libro Fundamentos Financieros, y 7 del libro Fundamentos Tributarios. Catedrática durante tres años en la Maestría de Derecho Tributario y Asesora de Tesis en la Facultad de Ciencias Jurídicas de la Universidad de San Carlos de Guatemala.

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Gladys Monterroso
licgla@yahoo.es

“La juventud es inmoderada en sus deseos”.
Emile Zolá

En un hogar humilde, de los muchos que hay en Guatemala, sobrevivía una familia, compuesta por los padres y seis hijos, el papá de oficio albañil, trabajaba desde que salía el sol hasta que se escondía, la esposa una mujer muy joven, alegre, coqueta y bastante inconsciente, principió a tener amores con un vecino, casado y con hijos, su pasión se desbordó, hasta que el esposo descubrió la traición, y como suele suceder la sacó de su casa.

El amante no destruyó su hogar, la esposa no dijo nada, los hijos abandonados, eran pequeños y como pudieron trataron de salir adelante, no contaban con una guía, todos sin diferencias sufrieron la ausencia de la madre, que se convirtió en prostituta, al no tener educación, porque a los 15 años se casó, se dedicó a las labores de la casa y a tener hijos, no encontró más que dedicarse a la profesión más antigua de la historia.

La cuarta de las hijas, una niña delgada, con un lunar junto a la boca, creció como todos sus hermanos, entre limitaciones y carencias, además de otras falencias que desconocemos los que veíamos la historia desde fuera.

En la misma cuadra vivía otra familia integrada, si existieron infidelidades entre los padres o no, no se supo nada, eran cinco hermanos, uno de ellos coincidía en edad con la niña delgada, cuando ella tenía 15 años y él 16, sus caminos se cruzaron, y se hicieron novios, al no tener la joven nadie que cuidara de ella, le diera consejos y cariño, encontró en el muchacho lo que necesitaba, y sucedió lo que suele suceder con los cuerpos jóvenes de las mujeres, que no son cuidados con el esmero que se merecen; a los 17 años ella quedó embarazada, cuando los padres de él se enteraron decidieron que lo mejor para su hijo era irse del país, pero él no quiso, por encontrarse cerca de cumplir los 18 años, tendría que cumplir con el servicio militar, el padre le contó una historia de hiperhorrores que se vivían durante el servicio militar, prestaron dinero y enviaron al muchacho a EE. UU., el objetivo era separarlos, la joven les parecía inapropiada para su hijo.

Una niña, sin guía alguna, que da a luz a un niño, en una especie de familia, que no lo es, porque cada miembro de la misma, buscaba cómo sobrevivir individualmente, nadie le puso atención o interés a la niña-mujer, quien de pronto se vio con una criatura en los brazos.

¿Cómo podía sobrevivir? Ejerciendo la profesión más antigua del mundo, salía en las tardes con los labios pintados de rojo, el rostro maquillado exagerada y desarregladamente, se iba a La Línea todas las noches a buscar hacerse la vida para ella y su hijo.

El tiempo siguió su curso, el joven escribía preguntándoles a sus padres cómo estaba la situación en el país, ellos le contestaban que peor para los que no hicieron el servicio militar.

Un día por fin regresó y la buscó, no le importó su pasado, él también tendría alguno, pero la fatalidad estuvo siempre en sus vidas, él tenía VIH, y se lo transmitió, la agonía de ella fue muy dolorosa y larga, murió antes que él, dejando a su hijo adolecente en la más profunda soledad.

Los jóvenes necesitan conocer su cuerpo, amarlo y respetarlo, solo los adultos pueden enseñarles que el amor no tiene edad, pero en algunos casos, se necesitan ciertos límites, parte de esta historia me fue narrada por el padre de él, lo demás fue público en la colonia.

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