Juan Francisco Reyes

jfrlguate@yahoo.com

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Juan Francisco Reyes López
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En esta nueva serie de interesantes entrevistas que está produciendo la periodista costarricense Glenda Umaña, ha publicado una que se refiere a la actual presidenta de la Fundación Esquipulas, Ana Isabel Prera, quien ante el excelente nombramiento del presidente Vinicio Cerezo y de su mano derecha Olinda Salguero, los miembros de la fundación la escogieron para que almidonada y compuesta tratara de llenar el enorme vacío que se producía en la fundación.

A diferencia de las otras entrevistas, en la misma, sin mentir, Ana Isabel como mujer se ha destacado por su elegancia en el vestir y su maquillaje, pero hay diferencias obligadamente al compararla con una Catalina Soberanis,  primera mujer electa como Presidenta del Congreso de la República, con una Betty de Lobos, quien sin haber sido oficialmente dirigente empresarial o parte del Ejecutivo, todos sabemos que durante muchos años fue quien dirigió la Cámara de Comercio a la par de Edmundo Nane, compartiendo dicha responsabilidad con Jonás Vásquez Alvarado, de una manera muy acertada.  A Betty también se le logró convencer que se trasladara como dirigente o secretaria general de la Asociación de Amigos del País, donde colaboramos estrechamente durante cuatro años, los que se vieron interrumpidos por la solicitud del presidente Jorge Serrano Elías, quien le pidió ser su secretaria privada, otorgándole el mayor índice de confianza en el manejo de los gastos del Ejecutivo y de la Presidencia. Betty permaneció hasta el último segundo de ese gobierno, cuidando a Jorge, a su familia y a sus hijos, hasta que abordó el avión que lo llevó exiliado a Panamá por sus errores.

A estas dos destacadísimas mujeres debo de añadir, en mi opinión, a Helen Mack, quien públicamente ha luchado porque se esclarezca el asesinato de su hermana Myrna, y derivado de ello creó la fundación Myrna Mack, que ha tenido un papel igual de destacado y en algunos casos mayor que la premio Nobel de la Paz, Rigoberta Menchú.

Sin tratar de menoscabar el papel de las tres en un país como lo es Guatemala, hay que agregar a la diputada Nineth Montenegro, a quien hoy se le trata de anular políticamente como secretaria general y a su partido.

De estas damas, por mi edad y por los espacios en los que me ha correspondido desempeñarme, sé cómo actúan y se mueven bien, aunque de forma distinta.

Tuve oportunidad de compartir reuniones de partido y reuniones privadas con Pepe Lobo y Ana Isabel Prera, su primera esposa, así como con su íntimo amigo Alfonso Cabrera, que era en esos momentos el máximo dirigente político partidario en el Congreso sin ser diputado, y que por ello fue incluyente y determinante en actualizar la Constitución de la República, tanto al periodo presidencial, a la integración del Congreso y a la asignación obligatoria de recursos a todas las municipalidades del país.

Ana Isabel ha sabido moverse en la política, en el gobierno de la Democracia Cristiana como Ministra, en su partido DC como compañera o consorte de Pepe Lobo, de Alfonso Cabrera y ya luego radicarse en París, vivir muchos años en un ambiente muy interesante pero alejado totalmente de Guatemala.

De Betty, como todo el mundo lo sabe, somos amigos de total y mutuo respeto, sin duda su papel y criterio en Guatemala han sido y seguirán siendo importantes.

Se debe  reconocer a cada una por su desempeño en diferentes espacios, pero en hechos concretos Ana Isabel no puede compararse con Catalina Soberanis, Betty de Lobos, Helen Mack y Nineth Montenegro, quienes sin duda alguna siempre se bajan de las nubes y viven en la práctica.

¡Guatemala es primero!

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