Factor Méndez

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Defensor Derechos Humanos. Catedrático. Periodista/Escritor. Estudió Derecho, Derechos Humanos y Trabajo Social en Guatemala, Honduras y Costa Rica. Catedrático San Carlos y Rafael Landívar. Fundador Centro de Investigación, Estudios y Promoción de Derechos Humanos CIEPRODH. Autor de ensayos y artículos sobre temas sociales, políticos, memoria histórica y Derechos Humanos.

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Factor Méndez Doninelli

El significado del Día de los Santos y el siguiente de los muertos, o sea 1 y 2 de noviembre de cada año, se acompaña en Guatemala de una particular tradición culinaria ancestral, que es ocasión propicia para compartir con la familia y los amigos. Me refiero al plato de fiambre que puede ser rojo, blanco o verde según el gusto personal, acompañado con dulce de calabaza y camote, manzanilla o jocote amarillo en miel. Nadie que los ha probado puede negar la delicia que significa degustarlos, más aún, cuando se disfruta entre familia, por eso la tradición se mantiene porque se transmite de generación en generación.

Para mi gusto prefiero el fiambre rojo, quizá porque todos los años durante las vacaciones escolares que pasaba en casa de mi abuela paterna en la Antigua, ella lo preparaba con días de anticipación para que las verduras y carnes adquirieran la maceración adecuada y que el fiambre estuviera listo para comer el 1 de cada noviembre, en nuestro caso se servía durante el almuerzo, después de regresar de adornar las tumbas donde yacen familiares en el cementerio de San Lázaro. Hasta la fecha acostumbro elaborar fiambre rojo que disfrutamos mucho, quizá porque lo hago siguiendo la receta de la abuela.

Entre visitas a los cementerios, reuniones familiares para compartir el fiambre y evocar a los seres queridos que han partido para siempre, se conmemoró otra tradición guatemalteca que une los lazos familiares y de amistad.

Es oportuno aludir al fiambre político que si tuviéramos que ponerle color, sería negro, por todas las perversidades de la clase política y el Pacto de Corruptos que provocan un retroceso para el país y la sociedad.

Desde la componenda de funcionarios, políticos y empresarios que conspiran contra la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG) y el comisionado Iván Velásquez, hasta diputados que proponen iniciativas de ley para amordazar a la población, violentar derechos y libertades fundamentales de las personas e ir en contra de la Constitución Política de la República.

Los diputados Estuardo Galdámez (FCN-Nación), Karla Martínez (Alianza Ciudadana AC), Eva Monte (AC), Delia Bac (AC) y Dolores Beltrán (Movimiento Reformador MR), propusieron una iniciativa para imponer penas de dos a cinco años de prisión, a personas o empresas que critiquen a funcionarios o candidatos a cargos de elección popular. ¡Qué desatino!

Otro fiambre negro, es la fuga del viceministro de Seguridad, Kamilo Rivera, a quien el Ministerio Público (MP) y la CICIG acusan de pertenecer a una estructura criminal dedicada a las ejecuciones extrajudiciales, hasta ahora, Rivera permanece prófugo de la justicia y el ministro de Gobernación, Enrique Degenhart asegura que desconoce su paradero. Al respecto, el señor Jimmy Morales indicó, “…lo prudente es que se entregue”.

La resistencia de Rivera y su condición de prófugo, es un desgaste para el gobierno del señor Morales y demuestra que todavía hay quienes siguen creyendo que ocupar altos cargos públicos, es sinónimo de impunidad y desacato a la autoridad. Se olvidan por completo que nadie es superior a la ley. Más temprano que tarde, el viceministro Rivera será capturado y enfrentará a la justicia que determinará si es culpable o inocente.

En definitiva, el fiambre negro es desagradable y despreciable.

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