Juan Francisco Reyes

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Juan Francisco Reyes López
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El domingo 14 de octubre, la excelente entrevistadora Glenda Umaña, en uno de los conocidos programas que mira la clase media y élite económica del país, movió la tómbola y la chibolita le cayó a “Maco”, quien, como él lo manifestara, por octava vez de su vida profesional ha asumido como Presidente del Comité Coordinador de Asociaciones Agrícolas Comerciales, Industriales y Financieras “CACIF”.

Maco no es un empresario (lo que en ningún caso es una crítica ni desvirtúa su preparación académica o su formación de pensamiento económico, político o social); es alguien que, por ser yo mucho más viejo, conocí cuando estudiaba su carrera universitaria junto a mi hermana pequeña y frecuentaba, como parte del grupo de amigos y estudiantes, la casa de mis padres. Lo anterior solo implica manifestar que conocí a Maco desde hace mucho tiempo.

Para buena suerte mutua, de inmediato de graduarse Marco Augusto García Noriega se convirtió en uno de los profesionales a los que se le contrató para impugnar muchas de las iniciativas de ley que impulsó el gobierno del presidente Vinicio Cerezo Arévalo, incluso como directivo de CACIF fui uno de los comparecientes en algunas de esas impugnaciones.

En esas épocas el director ejecutivo de CACIF era… quien también fuera años después sustituido por otro preparado profesional.

Señalo estos aspectos porque ello evidencia que conocí a este distinguido y preparado profesional como estudiante de la Universidad Francisco Marroquín, antes que fuera miembro de la Junta Directiva de CACIF y también como alguien que nunca ha traicionado a quienes le contratan para representarlos, creo que ello es algo que también respeto porque no se puede jugar al gato y al ratón.

Si a alguien se le contrata y se repite como Presidente de CACIF año con año, sin duda alguna estará más acrisolado y también mejor preparado para defender y volver a defender los puntos de vista de esta asociación.

Invito a Maco a que haga públicos los estatutos de CACIF, no porque sean malos sino para que todo mundo sepa cuál es el rol de esta entidad empresarial, comercial, industrial, agrícola, financiera y “gremial” específicamente.

En cuanto al Presidente Jimmy Morales y al Vicepresidente de la República, Jafeth Cabrera, vuelvo a reiterarles: “¿Quién con una luz se pierde?”.

La Presidencia  y Vicepresidencia son para buscar el bien común, para servir a todos los guatemaltecos y para fomentar el control de la canasta básica alimenticia, así como de la fluctuación de los derivados de petróleo y del cambio de tasa del dólar al quetzal, que tanto importa y tanto influye en la tasa de cambio de la remesa familiar.

Tanto el Presidente de la República como CACIF deben de luchar en contra del desempleo, en contra de la inmigración a la que tanto se opone el presidente Trump y parte de su partido, a los programas infantiles pero no con muros sino con programas que reduzcan la desnutrición, que aumenten las escuelas de educación técnica a nivel Intecap y que justifiquen las deportaciones a través de una beca y trabajo de estudios a los que regresen y así evitar el círculo vicioso del 60% de pobreza en la población guatemalteca.

¡Guatemala es primero!
Continuará…

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