Juan Francisco Reyes López
jfrlguate@yahoo.com
Respetable Carlos Vielmann, sería muy interesante saber cuáles fueron los honorarios de tus abogados defensores en España, quién los pagó, cuánto costó el departamento en el que tú residiste mientras te acusaban y te defendías, y eso mismo en relación a los otros guatemaltecos señalados en el denominado Caso “Pavón” y que fueron funcionarios públicos.
¿Cuánto ha costado la presencia física de ellos, sus familiares y también de sus abogados y testigos, que han tenido que ir de Guatemala a Austria, a Suiza, a España y a cualquier lugar en Europa?
Comparemos toda esa información con lo que les ha costado a los acusados en Guatemala.
Carlos, para que veas que yo también estoy totalmente dispuesto a que se analicen las improcedentes acusaciones que se me hicieron en el gobierno empresarial de Oscar Berger por Marco Tulio Sosa Ramírez, te informo que en los catorce años y fracción que ello ha implicado, sobrepasan en honorarios, intereses de fianzas, transporte y otros varios gastos, más de tres millones de quetzales, los cuales han financiado mis ingresos empresariales y los de mi familia.
Es más, a diferencia tuya, no me tengo que preocupar de los próximos 17 meses de vida que yo pueda tener, pues aunque les molesta a algunos reconocerlo, mi vida es un caso de salud terminal y en los últimos 24 meses me han visto más de doce médicos especialistas (cardiólogo, nefrólogo, diabetólogo, neumólogo) y he realizado numerosos exámenes de laboratorio en el Centro Médico, en laboratorios especializados del corazón y en otras partes de mi precario cuerpo.
Es más, con gusto les solicito que examinen mi expediente en la infundada acusación y verán que salvo un milagro del Hermano Pedro o del Señor de Esquipulas, no hay forma que yo viva 48 meses más, así que aunque eso le quite un objetivo político que se construyó en mi contra, para castigarme por no haber sido un subordinado de la mayoría de la supercúpula económica, políticamente lo hecho, hecho está.
Si alguno lo duda, también los invito a que me acompañen cinco horas los lunes, miércoles y viernes, en el proceso de diálisis que recibo y que no me salvará la vida, simplemente me la mantendrá menos peor.
Por ello, agrego los años de servicio gratuito que le di a las organizaciones empresariales de Guatemala, los años que le di al sector público, tanto Ejecutivo como Legislativo, los volvería a dar.
En cuanto a participar en política partidaria, así como respondiste tú Carlos, yo sí lo haría, aun cuando en lo personal de nada serviría por cuanto la diferencia entre tú y yo es que, como se puede comprobar, tu serviste a la industria y a la supercúpula económica en buena parte y yo serví al comercio y también a la dirigencia empresarial de nuestro país, aunque de diferente forma y, por supuesto, con diferentes motivos.
Por todo lo expuesto, reitero y coincido con Carlos Vielmann, en el respeto a la presunción de inocencia; reconozco y respeto la libertad de expresión y espero que los dirigentes empresariales y los dirigentes políticos que vienen en el futuro sean hombres y mujeres que lo hagan por amor a nuestra amada Guatemala y no porque sean profesionales capaces, pero contratados.
Y en lo que resta de este gobierno y en el próximo se logre justicia, se respete a todos los jueces y los jueces busquen la aplicación de la balanza que representa la misma.
P.D.: Si no nos vemos personalmente, te invito a mi funeral que ya está bien cerca y me agradaría verte a ti y a todas las generaciones que conocen mis actitudes y trabajo.
¡Guatemala es primero!