Jorge Morales Toj

Maya K’iche’, Licenciado en Ciencias Jurídicas y Sociales, Abogado y Notario, con estudios de Maestría y Doctorado en Derecho Constitucional. Pacifista y Defensor de los Derechos Humanos.

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Jorge Morales Toj
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El Congreso de la República de Guatemala salva y protege por tercera vez al presidente Jimmy Morales. El resultado era de esperarse, no fue nada sorpresivo, sin embargo, vale la pena matizar algunos aspectos, dado el contexto, de crisis política permanente al que nos ha llevado la clase política tradicional que tiene cooptado al Estado.

Cuando vimos cómo había quedado integrada la Comisión Pesquisidora, percibimos el sesgo en favor de la impunidad que iba a tener dicha Comisión. Cuatro de los cinco integrantes de la Comisión tienen historias de ser trásfugas y responder al Pacto de Corruptos. Esos mismos cuatro diputados hace un año apoyaron las modificaciones al Código Penal para asegurarse impunidad por el tema del financiamiento electoral ilícito.

La votación en la Comisión Pesquisidora fue 2 votos de la UNE, 1 voto de FCN, 1 voto “independiente” en favor de no retirarle la inmunidad al Presidente y un 1 voto de EG para retirarle la inmunidad al mandatario. En el pleno la decisión final fue de 39 votos en favor de retirarle la inmunidad y 79 para mantener al presidente con impunidad. Hay un dicho popular que reza: “no hay que pedirle peras al olmo”, y eso es exactamente lo que pasa con el Congreso de la República. No podemos esperar que los corruptos nos den resultados en favor de la justicia y la transparencia, de ellos solo podemos esperar componendas y transas en su beneficio particular o su beneficio partidario.

La percepción de la opinión pública es que la inmunidad es sinónimo de impunidad y en realidad ha quedado demostrado una vez más, que el Congreso de la República es el mayor garante de la impunidad en Guatemala.

Hay que enfatizar el contexto actual. El Pacto de Corruptos es un reagrupamiento táctico y sus acciones pro impunidad parecen ser efectivas hasta el momento. Descabezaron al Ministerio de Gobernación, comenzaron a desestructurar al Ministerio Público, no permiten el ingreso del Comisionado Velásquez, no renovaron el mandato de CICIG y negaron visas a sus investigadores. Todas las acciones del gobierno se concentran en frenar los avances y la lucha contra la corrupción, con el único propósito de asegurarse impunidad.

Dado los últimos acontecimientos señalados, el despertar de la ciudadanía es importante y urgente. No podemos permitir que el #PactoDeCorruptos siga destruyendo los avances contra la corrupción y la impunidad. No podemos seguir permitiendo que el futuro de Guatemala siga en manos de políticos corruptos y mafiosos, no podemos permitir que nuestra frágil democracia y nuestras instituciones sigan siendo manejadas al sabor y antojo por políticos tradicionales con intereses obscuros.

Guatemala se merece un futuro mejor, con oportunidad de desarrollo para todos. La dignidad de los ciudadanos honestos es más grande que todos los intereses de los corruptos.

Desde ya, debemos de ser responsables con la historia y evitar que la vieja política y los viejos políticos sigan cooptando al Estado. La solución está en nuestras manos y recordemos que: “El primer acto de corrupción que un funcionario público comete es aceptar un cargo para el cual no tiene las competencias necesarias”.

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