Rolando Alfaro Arellano
“Ten fe en el derecho, como el mejor instrumento para la convivencia humana; en la justicia, como destino normal del derecho; en la paz, como sustitutivo bondadoso de la justicia; y sobre todo, ten fe en la libertad, sin la cual no hay derecho, ni justicia, ni paz”.
(Eduardo Couture)
Y, II
Hemos insistido en el tema de la transformación o reforma judicial, porque la experiencia desarrollada durante muchos años desde nuestra formación jurídica, tanto en la ciudad capital como departamental nos hace recordar que la justicia debe ser pronta y cumplida.
Lamentablemente, lo antes descrito, no ha sido cumplido, pues aún prevalecen criterios acomodaticios de escribir todo lo que se trata en los tribunales de Justicia que existen en la República de Guatemala. Además, existe una confusión de los encargados de administrar justicia, pues tienden a denominar juicio oral en donde se mantiene, todavía, el sistema de juicio mixto.
En consecuencia, ya puede imaginarse el lector, el porqué de tanto atraso en la resolución de los múltiples casos penales que se les presentan a los jueces.
Lo últimamente escrito, nos inclina a proponer públicamente por esta Tribuna de La Hora, que las etapas procesales deben ser respetadas y si existiera urgente necesidad de modernizar el sistema procesal, en general, penal civil laboral entre otros, resulta de interés nacional, es necesario que el juicio sea plenamente oral y no abusar de medidas sustitutivas temporales por los riesgos que se vienen observando en el país. Ello, permitirá que los procesados sean juzgados dentro del tiempo señalado por la ley pertinente.
Asimismo, los juzgadores podrán trabajar adecuada y tranquilamente, sin tener que ser bombardeados con múltiples recursos que solo entorpecen la actividad jurisdiccional.
Por otra parte, se sugiere a las autoridades académicas, y entidades que velen por la celeridad procesal, evaluar, si se están cumpliendo los cursos básicos de la carrera respectiva, a efecto de que los alumnos adquieran la facilidad de poder comunicarse en los laboratorios respectivos de Oratoria Forense, tal como ya se viene practicando en algunas Facultades de Derecho.
Finalmente, los colegas abogados deberían ser más celosos en la iniciativa que se propone, a efecto de que los procesos cumplan con los procesos que poseen sus etapas regladas. Y, sugerimos a los señores legisladores de carrera que, se esfuercen éticamente en la modernización de la legislación, tal y como lo hemos venido sugiriendo en esta columna de La Hora, pues en caso den su aprobación serán recordados como verdaderos guatemaltecos.
Permitiéndome refrescar la memoria de los colegas profesionales del Derecho, con el pensamiento de Eduardo Couture, en el sentido de que estudien, pues el Derecho se transforma constantemente y el abogado que no estudia, será cada día menos abogado.
Los mandamientos del abogado, también deberán ser recordados permanentemente a los estudiantes de la carrera de Derecho, a efecto de que no sólo se actualicen, sino que cada día lleguen a ser abogados éticamente preparados, pudiéndose, además, recordar de los catedráticos que les han orientado, sean, asimismo, recordados siempre.
