Roberto Arías

robertoarias@outlook.com.ar

Nació en la ciudad de Guatemala el 5 de mayo de 1942. Especializado en asesoría en comunicación, con especialización en medio ambiente. Estudió Comunicación en la Universidad de San Carlos de Guatemala y posee un postgrado en la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales – FLACSO, así como un postgrado en Forestería y Medio Ambiente de la Universidad de Auburn, Alabama, EEUU. Ha conducido programas de radio y televisión, entrevistando a personalidades nacionales e internacionales.

post author

Roberto Arias

“El tiempo ya no alcanza para nada”, me dice un vecino de la zona 11, en Guatemala. “Me la paso corriendo todo el día y no logro hacer lo que antes hacía en menor tiempo”, me dijo una dama de negocios en la zona 9 y, efectivamente la mayor parte de personas en la actualidad se queja de la falta de tiempo para realizar los menesteres que a diario deben hacer incluyendo, con mucha probabilidad, a quien favorece con la lectura de este artículo.

Bien, pues he de decirle al culto lector que efectivamente, los días se han reducido en un tiempo relativamente breve con relación a la edad y tiempo que tiene el planeta Tierra de estar girando alrededor del Sol. Hay prueba científica de ello y, obviamente la NASA ha intervenido para sacarle provecho a este descubrimiento realizado originalmente por Nikola Tesla, quien lo menciona en su publicación (7 de enero de 1905), The transmission of electrical energy without wires as a means of furthering world peace, Electrical World and Engineer, pp. 21-24 (La transmisión de energía eléctrica sin alambres como medio de fomentar la paz mundial).

La aceleración del tiempo se debe, en términos generales, a la aceleración de la rotación terrestre sobre su propio eje. Esto ha sido demostrado por la Resonancia Schumann. Este fenómeno se llama así en honor de Winfried Otto Schumann (1888-1974), quien predijo matemáticamente su existencia en 1952, a pesar de ser observada por primera vez por Nikola Tesla y formar la base de su esquema para transmisión de energía y comunicaciones inalámbricas. La primera representación espectral de este fenómeno fue preparado por Balser y Wagner en 1960.

La resonancia Schumann es un conjunto de picos en la banda de ELF (extremely low frequencies: (‘frecuencia extremadamente baja’) del espectro electromagnético de la Tierra.

Suceden porque el espacio entre la superficie terrestre y la ionosfera (que existe entre los 90 y los 500 km de altura) actúa como una guía de onda. Las limitadas dimensiones terrestres provocan que esta guía de onda actúe como cavidad resonante para las ondas electromagnéticas en la banda ELF. La cavidad es excitada de manera natural por los relámpagos.

Actualmente hay relación entre a resonancia de los relámpagos y la velocidad de la rotación terrestre.

En 2008, el autor estadounidense de literatura new age, Gregg Braden, afirmó que desde 1980 las resonancias Schumann habían aumentado desde 7,8 Hz a 12,0 Hz.​ El creador de este rumor afirmó también -mediante una regla de tres inversa (si 8 Hz correspondían a una rotación de la Tierra de 24 horas, entonces 12 Hz correspondían a una rotación de la Tierra de 16 horas)- que el planeta Tierra estaba girando más rápido:

La resonancia de la Tierra (resonancia Schumann) ha sido de 7,8 Hz durante miles de años. Desde 1980 se ha elevado a más de 12 Hz, según Braden, aunque de esto no hay una prueba realmente científica.

Esto significa, según el bulo, que un día de 24 horas equivale ahora a 16 horas.

Pero, probado por Schumann ¡El tiempo sí se está acelerando! Continúa.

Artículo anteriorEl futuro del Presidente en manos de políticos
Artículo siguiente“Alemania moderna, creativa e innovadora”