Claudia Escobar

claudiaescobarm@alumni.harvard.edu

Es juez guatemalteca, reconocida internacionalmente por su labor en contra de la corrupción. Recibió el reconocimiento “Democracy Award”. Escobar ha sido fellowen la Universidad de Harvard y Georgetown University.  Doctora en Derecho por la Universidad Autónoma de Barcelona; Abogada por la Universidad Francisco Marroquín. También tiene estudios en ciencias políticas de Louisiana State University

post author

Claudia Escobar
claudiaescobarm@alumni.harvard.edu

Ha pasado un mes desde que el presidente Morales tomó acciones directas para entorpecer la labor de la CICIG, situación que provoca gran preocupación en diversos sectores nacionales e internacionales. Para entender las implicaciones que tiene para las instituciones democráticas y el clima de inversión de Guatemala, el Diálogo Interamericano realizó en Washington D. C. recientemente un panel de discusión con figuras relevantes que expusieron distintas perspectivas.

El exvicepresidente Eduardo Stein manifestó que detrás de la decisión de sacar a la CICIG del país, hay un intento de rompimiento institucional. Expresó también la preocupación por las acciones de intimidación hacia los ciudadanos, las amenazas a los jueces en todos los niveles y los intentos de desarticular la Corte de Constitucionalidad; situación que considera muy peligrosa para la estabilidad del país. El contexto es complejo, si se toma en consideración que el próximo es un año electoral.

Connie de Paiz, de la Asociación de Agexport, expuso que la corrupción tiene tomado el sistema: está incrustada en todas las instituciones del Estado y que sin confianza en las instituciones no es posible atraer inversión extranjera. Puntualizó que “el Banco Mundial, el FMI y el sector privado están de acuerdo en que el desarrollo del capital humano, el Estado de Derecho y la infraestructura son las principales bases para que la economía crezca.”

Agregó que, Guatemala tiene la mayor tasa de desnutrición y millones de niños carecen de acceso a la educación, lo que no permiten que el capital humano se desarrolle. Tampoco hay inversión de infraestructura vial y los puertos están próximos a colapsar. Para Paiz, -en estos momentos- es indispensable el apoyo de CICIG. La lucha contra la corrupción es lo más importante, ya que para reactivar la economía hace falta tomar acciones que den seguridad jurídica.

Rachel Samrén, representante de Millicom -corporación que es la accionista mayoritaria de Tigo Guatemala- enfatizó que la corrupción incrementa la inequidad, a la vez que disminuye la eficiencia y la competitividad. Reafirmó que la política empresarial de Millicom es de cero tolerancia a la corrupción y que la falta de transparencia es uno de los mayores obstáculos para la inversión.

Por su parte Eric Jacobstein, del Comité de Relaciones Internacionales de la Casa de Representantes del Congreso de los Estados Unidos,  recordó que desde su creación CICIG ha contado con el respaldo bicameral del Congreso de los EE UU. Señaló que aunque Guatemala no ocupa en la agenda internacional la misma atención que Corea del Norte, Irán o Rusia, para quienes se interesan por los temas regionales, está claro que se debe invertir más en el fortalecimiento institucional en la región y que el combate a la corrupción es fundamental para detener la migración.

En conclusión, los expositores dejaron claro que los intentos por expulsar a la Comisión son solamente la punta del iceberg. Que lo que busca el gobierno es parar la lucha contra la corrupción y debilitar las instituciones de justicia. Si no se corrige el rumbo, los arrebatos de Morales y su pandilla serán el principio de una crisis que tendrá efectos devastadores para todos los guatemaltecos y ponen en riesgo la seguridad de toda la región.

Artículo anteriorEl desarrollo territorial: luces y sombras
Artículo siguienteIncreíble pero cierto. Retornamos al pasado