Raúl Molina
Esta aseveración se basa en varios hechos; pero parte de que siendo una persona que puede diferenciar entre el bien y el mal opta por éste, para privilegiar intereses personales, familiares y de pequeñas camarillas, por encima de los intereses nacionales. Y digo funcionario, porque la inmensa mayoría de la población no lo reconoce más como Presidente de la República. Falta a la ética al introducir mentiras y falsedades en sus mensajes, como lo hizo sin pudor alguno en su reciente discurso en las Naciones Unidas. Se falta a la ética, igualmente, cuando se actúa a traición. Trató de capturar con tropas militares a Iván Velásquez, el 31 de agosto, sin éxito, y luego se aprovechó del viaje de dicho Comisionado a Estados Unidos para, cobardemente, negarle el reingreso. Falta a la ética cuando trata de extorsionar al Secretario General de la ONU reteniendo los pasaportes de un buen número de funcionarios internacionales de la CICIG. Es un funcionario muy bien pagado por el Estado; pero no le sirve al país. Está al servicio de Trump, al Pacto de Corruptos, bandas del crimen organizado, militares y militares retirados con responsabilidad en crímenes de lesa humanidad, así como corruptos y corruptores que han saqueado las arcas del Estado. Son estos sectores los que temen a la CICIG, porque ésta, bajo la conducción de Iván Velásquez, ha desarrollado una extraordinaria labor en pro de la “limpieza política”, apoyando al Ministerio Público (MP), bajo la dirección de Claudia Paz y Paz y Thelma Aldana.
La campaña contra la CICIG no es nueva. Militares y CACIF se opusieron a la original CICIACS, que se proponía desmantelar las estructuras clandestinas, y solamente aceptaron a la CICIG, cuando ésta se vio obligada a actuar por medio del MP, que siempre había estado controlado por el gobierno de turno. Cuando el MP se hizo autónomo, Otto Pérez trató de terminar con la CICIG o deshacerse de su Comisionado. Fracasó en el intento y Roxana Baldetti, primero, y Pérez después, fueron forzados por la población a dimitir. La CICIG expuso los grandes fraudes y robos del gobierno Patriota y hoy, docenas de personajes esperan su destino en los tribunales. Como resultado de la limpieza política generada por el MP y CICIG, Jimmy terminó siendo designado presidente. Llegó, sin embargo, con varios pecados originales. El primero solamente lo aclarará la historia, ya que se refiere a los resultados reales de las dos rondas de elecciones, ya que se dieron muchas inconsistencias (¿Cómo llegó a la segunda vuelta? ¿Cómo se derrotó a la UNE?). El segundo pecado fue el financiamiento ilícito para él y su partido político de parte de diversos sectores de la derecha, incluidos los aportes de Estados Unidos y del CACIF. Antes que éste, sin embargo, surgió el fraude cometido por su hermano y su hijo, supuestamente sin conocimiento de Jimmy, versión que muy poca gente cree. A lo largo de su presidencia, Jimmy ha demostrado carecer de los más elementales principios éticos, aún en el caso de tragedias nacionales. El pueblo está harto de su presencia prepotente, lo cual yo recojo con dos frases: ¡No a la Dictadura de la Corrupción! ¡Sí a la democracia con ética!