Pedro Pablo Marroquín Pérez
pmarroquin@lahora.com.gt
@ppmp82
Ya es momento de que el presidente Jimmy Morales y sus principales alfiles del Gabinete, Enrique Degenhart y Sandra Jovel se den cuenta que en esta situación son, simple y llanamente, las marionetas de turno de quienes han ostentando el poder en este país y de los jinetes jurídicos del Apocalipsis, esos que salen con cada babosada que hasta un “güizache” se apena.
Ya la Corte de Constitucionalidad (CC) habló y dos veces. La primera de forma unánime y la segunda con mayoría gracias a las presiones, madreadas y gritos de traidores a Dina Ochoa y Neftaly Aldana por parte de quienes desean volver al pasado, pero hay tres valientes y consecuentes. Ya la ONU fue clara en decir que ratifican a Iván Velásquez al frente de la CICIG, así que si el Gobierno le da un manotazo al acuerdo con Naciones Unidas, quedarán pintados ante el mundo y en riesgo que la CC les enmiende la plana.
Para enmendar la plana, los más preocupados (no necesariamente todos los verdaderos poderes) pedirán que “descabecen a la CC” para ya quitarse de una buena vez las penas, pero habrá otros que estimarán que eso pone en riesgo todo el modelo y modus operandi e incluso hará que quienes no comparten las maniobras de los de siempre den un paso más claro al costado y alcen la voz diciendo ¡ya basta!
Sea como sea, las opciones se van cerrando para quienes quieren vivir el futuro con restos de impunidad del pasado y por eso presionarán más a Morales y sus alfiles para seguir subiendo la barra y las apuestas, pero es bueno recordarle al Presidente que a Otto Pérez no solo lo vendieron sino que nunca lo fueron a ver a la cárcel a pesar que “era íntimo” con muchos.
Acaten a la CC, acepten que han cometido errores y busquen salidas. Morales tiene la opción de empujar la tipificación de financiamiento electoral que propuso el Frente Ciudadano Contra la Corrupción (FCCC) y evitaría la cárcel, de impulsar una buena ley de aceptación de cargos y su hijo también de buscar salidas porque por alguna razón no se acogió al procedimiento abreviado.
Entiendan de una vez por todas que hoy son aves de paso y que a los poderes de verdad, ustedes y sus familias les valen un comino. Habrá personas que querrán verlos colgados en el Palacio, pero los que deseamos verdaderos cambios para el país y la gente, sabemos que con eso tampoco los logramos, pero sí es importante que ustedes dejen de ser usados y que sigan siendo la amenaza encarnada para el país. Enfrenten la justicia y sigan su camino.
Hay quienes, confiados de sus réditos, esperan que nuestro futuro sea con los vicios y las tranquilidades del pasado, pero por mucho que el tiempo pase y que a veces parece que tenemos sangre de horchata, el país ya no es el mismo, la gente que desea cambios cada vez es más y la determinación cada vez es mayor a pesar de los miedos y las desconfianzas.
Ni quienes han estado con ustedes en las horas previas a sus maquiavélicas jugadas ni quienes les dicen que no se atreven a hacer algo para forzarlos, se tomarán la molestia de contarles a sus familias por qué ustedes pararon, cómo pararon en la vida y en la historia de su país.
Acaten, cumplan la ley y paren, de una vez por todas, esta batalla que tarde o temprano ganará la decencia, la honradez y las ganas de un cambio legal, real y sostenible.
