Pedro Pablo Marroquín

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Esposo, papá, abogado y periodista. ¡Si usted siempre ha querido un mejor país, este es su momento de actuar!

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Pedro Pablo Marroquín Pérez
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@ppmp82

La carta que la ministra Sandra Jovel mandó al Secretario General de las Naciones Unidas pasará a la historia no solo porque advierte, condiciona y amenaza al señor António Guterres sino porque, además, es todo lo opuesto a la diplomacia en su más elemental sentido de la palabra. El Gobierno de Jimmy Morales tiene muchas cosas que lo retratan y Jovel es sin duda una de sus piezas más evidentes.

Por si no lo ha notado, ahora quienes adversan a la CICIG y al comisionado Iván Velásquez han iniciado una defensa de los exmandatarios Otto Pérez Molina y Roxana Baldetti porque Guatemala vive una etapa definitiva en su historia y quienes están decididos a volver al pasado para evitar penas con la justicia, se están agarrando de lo que pueden para lograr su objetivo y se han dado a la tarea de pintar al exbinomio del Patriota como unos niños de primera comunión que ahora son “víctimas” del sistema que ellos terminaron de prostituir.

Atrás han quedado aquellas épocas en las que la desfachatez de quien nos gobernó con total cinismo ofendía hasta a los más encopetados y todo porque se dieron cuenta que lo que empezó con Baldetti y Monzón no terminó con ellos y llegó hasta esferas jamás pensadas en un país en el que mucha gente se cree incapaz de cometer errores tipificados como delitos por simple decreto, herencia de poder o económica.

Muchos expresan entender que el haber aplaudido la persecución penal del Patriota, por mucho que hayan sido burdos tal y como los pintan los colaboradores eficaces, fue un error porque siempre pensaron que la ley en el país iba a seguir teniendo límites, espacios intocables y poderosos personajes que simplemente, no nacieron para rendir cuentas a nadie y menos tener que enfrentar algún tipo de justicia.

Aprendiendo la lección, valoran el desagradable papel que juega la canciller Sandra Jovel desde hace mucho tiempo. Desde hacer entrar a los diplomáticos, literalmente, por la cocina de la Cancillería hasta los constantes regaños y acusaciones sin fundamento que propina a diestra y siniestra (conmigo trató cuando un viceministro me hizo una reunión con ella por un tema de los migrantes que trabajamos en La Hora), y que se le han convertido en su sello con el que nos proyecta al mundo.

Y ahora le tocó el turno al Secretario General de las Naciones Unidas recibir, mediante una carta, las amenazas de Jovel que le quiere endilgar a Guterres la responsabilidad por el manotazo que está en marcha por parte del gobierno de Jimmy Morales, al desacatar a la Corte de Constitucionalidad (CC) porque el Ejecutivo y sus pocos pero poderosos aliados se han jurado de manera mutua que Velásquez no regresa al país y están dispuestos a todo para lograrlo.

Imagine lo comprometidos que están el uno con el otro, que gente educada con los mejores modales y en las mejores universidades del mundo están muy cómodos con que sea Jovel quien nos represente ante el mundo con una diplomacia tan penosa como este desgobierno que sufrimos los guatemaltecos.

Ya una vez “sacrificaron” a una persona que era cínica y que violaba la ley, pero pusieron en riesgo, más que el modelo, sus situaciones personales y por eso ahora están dispuestos a todo y eso implica convivir con lo más rancio. Todo sea por lograr el objetivo de acabar con la CICIG.

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