Adrian Zapata

zapata.guatemala@gmail.com

Profesor Titular de la USAC, retirado, Abogado y Notario, Maestro en Polìticas Pùblicas y Doctor en Ciencias Sociales. Consultor internacional en temas de tierras y desarrollo rural. Ha publicado libros y artículos relacionados con el desarrollo rural y con el proceso de paz. Fue militante revolucionario y miembro de organizaciones de sociedad civil que promueven la concertación nacional. Es actualmente columnista de el diario La Hora.

post author

Adrián Zapata
zapata.guatemala@gmail.com

Ayer se reunieron en Chiapas, Jimmy Morales y Andrés Manuel López Obrador, AMLO, presidente electo de México. Escuché sus discursos, primero el del mexicano y luego el de Jimmy y tengo la impresión que éste casi no entendió lo que dijo AMLO. La profundidad de López Obrador choca con la superficialidad de Morales.

Resalta la estructuración del planteamiento del mexicano y su coherencia, particularmente en relación al principal tema de interés común, el de los migrantes. Desde finales de julio, Andrés Manuel escribió una carta a Trump, la cual, en uno de sus párrafos, dice: “…como se lo manifesté en nuestra conversación telefónica, considero que debe atenderse de manera integral y de fondo el problema migratorio, mediante un plan de desarrollo que incluya a los países centroamericanos, donde millones de habitantes no tienen oportunidades de trabajo y se ven obligados a salir de sus pueblos para buscarse la vida y mitigar su hambre y su pobreza”. En correspondencia con este planteamiento, ayer en Chiapas, propuso un Programa de Desarrollo Integral en el que participen Canadá, Estados Unidos, México y los países centroamericanos y que todos aporten de acuerdo al tamaño de sus economías.

Cuando tocó el turno a nuestro flamante Presidente, habló de temas dispersos, pasando de uno a otro. No fue capaz de concentrarse en la propuesta que le hacía López Obrador. Afortunadamente hizo una ligera mención, pero no le dio la sustancialidad que tiene.

Ya es hora que los centroamericanos nos distanciemos de la visión de seguridad nacional que es la propia de los estadounidenses cuando se refieren a los migrantes, visión que los conduce a procesos de militarización de las fronteras, lo cual también fue rechazado por López Obrador el día de ayer.

Tenemos que tener un abordaje regional, no de Triángulo Norte como lo establece Estados Unidos. Centroamérica tiene que asumir su responsabilidad y abordar no sólo la dimensión humanitaria para enfrentar las inmensas vicisitudes que afrontan los migrantes en su viaje e “inserción” en los Estados Unidos, sino que, fundamentalmente, atreviéndose a plantear las causas que provocan este fenómeno indeseable de la migración por la expulsión que hacen de ellos sus respectivos países al no ser capaces de garantizarles las oportunidades que les permitan una vida digna.

Debemos ir más allá de este acertado planteamiento sobre la migración. Primero, integrándolo en la política migratoria del Sistema de Integración Centroamericana, SICA; y, segundo, asumiendo la realidad de los migrantes, en el sentido que la mayoría de ellos provienen de las áreas rurales y su migración forzada se debe a que en esos territorios no hay desarrollo. Por eso, debemos incluir el desarrollo rural integral como parte inherente de una política migratoria, para caminar en la solución de las causas estructurales y de fondo que la provocan.

Y aunque no lo sepa nuestro Presidente, obsesionado como está sólo en acariciar el sueño de expulsar al Comisionado de la CICIG, los Ministros de Agricultura de la región, organizados en el CAC, Consejo Agropecuario Centroamericano, recientemente emitieron y suscribieron una resolución donde establecen que la ECADERT, la Estrategia Centroamericana de Desarrollo Rural Territorial, debería ser parte de la política migratoria del SICA.

Sin duda, el camino que nos señala AMLO es el correcto. Los países centroamericanos deben incorporarse a él. Para el efecto, el expresidente Vinicio Cerezo, ahora Secretario Ejecutivo del SICA, ya está impulsando una propuesta que le presentó desde el pasado mes de Marzo el IPNUSAC, basada en una visión regional y de abordaje de las causas de fondo que producen la migración.

Artículo anteriorPolitiqueros miserables
Artículo siguienteCruzar el Rubicón