JOHAN

La Embajada de Estados Unidos, con base en informes recibidos de las autoridades guatemaltecas, hizo una advertencia a sus ciudadanos sobre peligros de violencia al aproximarse la fecha del 15 de agosto cuando se cumple el aniversario de un sangriento enfrentamiento entre pandillas rivales, lo que permite suponer que existen informaciones de inteligencia que permitieron establecer esa situación de riesgo que toma en cuenta la misión diplomática para alertar a los norteamericanos que se encuentran en el país.

La población guatemalteca, también en riesgo, se ha enterado de la previsión porque trascendió el mensaje enviado por la Embajada a sus conciudadanos y sin duda que deberán tomarse en cuenta las mismas previsiones que formulan en cuanto a evitar ciertas situaciones que pueden considerarse de peligro, aunque las autoridades no hayan trasladado información a la ciudadanía.

Explica la misión diplomática que por ello es que existen puestos de registro que han llamado la atención de la opinión pública en los últimos días, cuando hasta tanquetas fueron vistas por automovilistas en algunas de las salidas de la ciudad capital, lo que generó alarma naturalmente porque nadie tenía idea de cuál podría ser el motivo de tan inusuales desplazamientos de fuerzas militares que no tienen a su cargo el tema de la seguridad de la población.

Es obvio que el Gobierno no quiso generar ningún tipo de alarma pero al compartir la información con los diplomáticos norteamericanos éstos se sintieron obligados a informar a sus compatriotas de los riesgos y de la necesidad de alertar sobre el posible rebrote de la violencia entre las pandillas que, por cierto, puede ser aprovechado por grupos que tienen fines aviesos totalmente ajenos a los que persiguen las maras para desestabilizar o para realizar acciones en contra de algunos ciudadanos.

La información bien manejada puede salvar vidas y la Embajada está demostrando cómo es que se tiene que aprovechar la ventaja de saber con anticipación de planes criminales para producir ese resultado altamente deseable. Es importante también que el Gobierno y la Policía Nacional Civil adopten las medidas de precaución para evitar que los grupos criminales puedan realizar sus planes violentos, pero debemos saber también que por muchos puestos de registro que se coloquen, los pandilleros saben cómo evadir los mecanismos de control porque es algo que hacen de manera constante.

Precisamente por lo que implica el problema de la violencia es que se requiere de una PNC profesional como la que se había logrado en los últimos años y que, tristemente, está siendo desmantelada sin justificación ni razón alguna.

Redacción La Hora

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