Raymond Wennier

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Estadounidense residente en Guatemala hace 46 años. Maestría en Administración Educativa, Memphis State University, Memphis, TN. Licenciatura en Pedagogía y Administración Educativa, Universidad de San Carlos de Guatemala, Colegiado activo 410. Trabajo: En áreas urbana y rural guatemaltecas. Consultor Educativo. Docencia y Administración Educativa. Publicaciones: Alrededor de 600 artículos sobre temas educativos de 1,980 a la fecha. Autor del libro "Liderazgo, una nueva conceptualización", 1987.

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Raymond J. Wennier

El otro día, Edgar, de la farmacia en la que generalmente compramos nuestros medicamentos, me preguntó que si es cierto que las personas de la tercera edad perdían facultades mentales hasta realmente no poder funcionar bien.

Mi respuesta, en el momento, fue que no necesariamente, que algunos sí por enfermedades específicas, pero no por ser “viejitos”. Seguí diciendo que el cerebro es una maravilla, que todos sabemos sus cualidades y que una de esas es la neuroplasticidad, que es el ajuste y cambios que el cerebro hace basado en experiencias de primera mano que reorganizan las conexiones cerebrales. Es decir, el cerebro siempre está activo aprendiendo nuevas cosas, no es estático sino muy activo.

Cuando la persona de la tercera edad tiene una dieta nutritiva, siente alegría, tiene la oportunidad de “jugar”, de tener interacciones sociales, conocimientos nuevos, el cerebro hace nuevas conexiones sustituyendo las que “ha perdido”.

Estuvo bueno que no estuvieran otras personas esperando a ser atendidas porque seguimos hablando del tema.

El ser humano recibe miles y miles de estímulos por segundo, los cuales pueden unos ser de rutina y otros de nuevas experiencias. Al cerebro le gusta la novedad, cosas nuevas por medio de experiencias enriquecedoras. Eso significa que las experiencias deben ser de diferentes tipos, pero lo más importante es que llamen la atención a la persona y que demuestre interés en ejecutar acciones relacionadas a esas experiencias. Para hacerlo es necesario usar todos los sentidos en esas experiencias que enriquecen sin olvidar el “caring”, la parte emocional de los “viejitos” y permitirles que sus experiencias sean multisensoriales. Definitivamente la música tiene un papel especial en todas las experiencias. También hay que darles la oportunidad de manipular objetos y poder “hacer algo” y que al terminar puedan ver el resultado de su esfuerzo.

Definitivamente, uno de los aspectos más importantes en el hacer a diario, es el movimiento, por sí mismos o por medio de otras personas que les ayuden a hacerlo. Es muy importante la multiplicidad de movimientos para estimular todo el cuerpo y así mantenerse activo y ágil.

Creo que esos elementos ayudan en que la neuroplasticidad funcione y dé como resultado un aprendizaje basado en las experiencias ricas y por la atención especial a las emociones.

El personal que “trabaja” con las personas consideradas de la tercera edad, ya sean familiares o empleados de los hogares dedicados a la atención de ellos, deben tener tres cualidades: 1. Responsabilidad en lo que hacen; hacer lo correcto en el momento correcto y en la medida correcta. 2. Construir interrelaciones con la persona a su cuidado para que se sienta segura; no abusar de su confianza. y 3. Demostrar y efectivamente, tener mucho respeto por y para la persona; mantener la ética en todo lo que haga.

Agradezco a Edgar por sus buenas preguntas y comentarios al respecto de las personas en la tercera edad; me dio la oportunidad de reflexionar también sobre qué puede suceder cuando lleguemos a una edad avanzada y necesitemos ser atendidos por otras personas. El tiempo nos llega a todos.

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