Pedro Pablo Marroquín Pérez
pmarroquin@lahora.com.gt
@ppmp82
Un medio como La Hora con 98 años de existir ha pasado por muchas momentos y eventos y creo que con el afán de mayor transparencia con los lectores, es bueno abordarlos de cara a la posible participación en un proyecto político de nuestro mayor accionista, presidente y director por muchos años, Oscar Clemente Marroquín, quien además es mi padre.
En La Hora no somos ajenos a la separación que debe existir entre los quehaceres políticos de los miembros de la familia y la forma de ejercer el periodismo, puesto que nuestro medio no debe ser vocero de cualquier esfuerzo personal o nacional ni tampoco instrumento de ataque de quienes puedan ser rivales políticos en una contienda.
Mi bisabuelo, Clemente Marroquín Rojas, fue diputado constituyente en 1945 y a principios de la década de los 50 fue diputado al Congreso de la República. Luego, en 1966 fue Vicepresidente de la República en el período de Julio César Méndez Montenegro y nunca dejó de escribir su columna para tener su espacio de expresión directa con la población y en ocasiones con opiniones contrarias a las del Gobierno del que era parte.
Mi abuelo, Oscar Marroquín Milla, fue diputado del 55 hasta el golpe de Estado de Peralta que disolvió el Congreso y luego constituyente del 65 y en su rol de servidor público no convirtió a La Hora en el medio con el que hacía su vocería pública.
Mi padre fue Concejal Primero del 74 al 78, Consejero de Estado en el tiempo de Ríos Montt del 82 al 83 y candidato a alcalde en el 85 y el 90 y tampoco utilizó el medio para su promoción, a pesar que por problemas de uno de sus hermanos, él no tenía acceso a la televisión abierta como sí lo tenían quienes ganaron las elecciones.
En el 2006, José Carlos mi hermano dejó La Hora para ir a formar parte del proyecto de los Colom-Torres en una decisión que casi le cuesta la vida y le valió ser ahora junto a su familia, exilado político en Estados Unidos y La Hora no fue el brazo de los Colom ni el instrumento con el que atacamos luego sus perversas intenciones. Es más, fue La Hora y una columna de mi padre la que expuso cómo en el 2007 la UNE se opuso a la creación de la CICIG y el papel que el mismo diputado que votó en contra había tenido en un hecho criminal que el Fiscal General del momento no quiso investigar.
Y es muy importante traer esto a colación porque quien potencialmente pare en política será mi padre y no La Hora. Entendemos que dados los ejemplos de quienes histórica o recientemente han utilizado los medios para solapar financiamiento que luego cobran con creces, es natural que algunos piensen que La Hora hará lo mismo, pero aquí estamos planeando el centenario y cómo deseamos seguir marcando la pauta en un nuevo siglo de vida.
El cinismo en Guatemala ha llegado a niveles increíbles y por eso quienes operan el medio que compró Baldetti con el dinero de los guatemaltecos, quieren meternos en su mismo saco para confundir a los lectores en un momento en el que a los medios independientes se nos quiere atacar la credibilidad, sumando a eso el cerco financiero que algunos con tanto ahínco ejecutan y por el que han logrado comprar algunas voluntades.
Nos llama mucho la atención cómo era que algunos “netcenteros” y otros perfiles reales sin mucha capacidad de debatir y defender ideas o posturas, nos decían que si tanto opinábamos por qué mejor mi papá o yo no participábamos en política y ahora que surge la posibilidad de que mi padre forme parte con Thelma Aldana de una plataforma nacional tal y como lo expresó ayer en su columna, nos causa gracia que ahora se diga que siempre no, que no debería de participar un periodista en política.
Nosotros venimos pidiendo una lucha contra la corrupción desde hace muchos años y hemos apoyado a quienes han dado los primeros pasos a lo largo de la historia de este país y no digamos desde la creación de la Comisión Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG) y los extranjeros que tanto nos han ayudado y por cierto, mi sobrino fue condenado en un procedimiento abreviado porque nunca negó los hechos, asumió las responsabilidades como debía en compañía de todos en la familia y ahora trabajamos con el Mineduc para incidir más en el problema del acoso escolar, abordando el tema del abuso en el momento adecuado.
Nuestros lectores deben saber que en La Hora siempre hemos creído que sea quien sea el que desee aportar su grano de arena desde la política debe hacerlo de manera transparente, alejado de los vicios electorales del pasado en términos del otorgamiento de candidaturas (vendidas) y la recolección de recursos de financiamiento (la cooptación) porque de lo contrario se llega a pagar los favores y se olvidan de las grandes necesidades de una población que ya no aguanta más, pues el que no tiene oportunidades no ve luz al final del túnel más que migrar y el que las tiene y lo hace bien, se la ve a palitos con este sistema.
Y PUEDEN ESTAR SEGUROS QUE ESA EXIGENCIA, QUE ESA DEMANDA POR TRANSPARENCIA, POR UN NUEVO ACTUAR EN POLÍTICA, POR LOGRAR LOS CAMBIOS QUE EL PAÍS DEMANDA NO CESA Y NO CESARÁ AUNQUE SEA NUESTRO PRESIDENTE Y MAYOR ACCIONISTA QUIEN PUEDA PARTICIPAR EN POLÍTICA.
Hemos visto tanto, hemos entendido el sufrimiento de nuestra gente ante los vicios del sistema y la mala utilización del poder, que sería un crimen imperdonable olvidarnos de nuestra razón de ser que es ejercer el periodismo de una manera transparente y ética que ayude a construir un mejor país desde la fiscalización y publicación de los hechos relacionados al poder.