Con grupos de personas altruistas que siempre nos encontramos apoyando en diferentes desastres naturales, muchos desde el Terremoto del ’76, continuamos visitando albergues y comunidades alrededor del área del Volcán de Fuego, el cual por cierto, todavía continúa activo.

Para quienes no lo saben, y por este medio mis respetos y agradecimiento, a los señores del Grupo Marhnos que administran el peaje de la ruta Palín / Escuintla, no cobran el valor del peaje a quienes transportan mercadería para las víctimas.

Así mismo, un reconocimiento muy especial a esos seres humanos que de manera ‘Ad honorem’ apoyan con su tiempo y habilidades personales, para que la infernal situación no sea tan crítica para tantas víctimas que son atendidas en albergues ubicados en diferentes lugares cercanos al desastre volcánico.

En esos lugares encontramos personas ejemplares que con el corazón colaboran en diferentes actividades, demostrando una vez más, su solidaridad.

Por el tiempo transcurrido, y los resultados detectados, es recomendable quienes colaboren con mercadería, investigar muy bien a quién la entregan, ya que como siempre, hay sinvergüenzas, vulgares oportunistas mal nacidos, que se quedan con ella.  Ideal entregarla a las víctimas directamente y/o a albergues ajenos a donde haya funcionarios públicos.  Nunca dinero, ¡ya se imaginan!

Siempre aprovechamos platicar con la gente para conocer de primera plana, si las autoridades de turno aún medio continúan apoyando.  La mayoría se siente abandonada, y coinciden que si no fuera por la ayuda de personas particulares, algunas empresas y grupos organizados, seguramente estuvieran como las engañadas, frustradas,  víctimas del Cambray.

Muchas veces para estos casos consideramos que entre menos metan las manos los de los gobiernos de turno, mejor, muchas veces, ¡estorban!

Exigimos por enésima vez,  se dediquen a lo que les corresponde: reconstruir las intransitables carreteras, escuelas, hospitales y centros de salud, y de una vez por todas: brindarnos la seguridad para que no nos asesinen, asalten, en cualquier esquina.  Asumimos que, ¿para eso son los presupuestos que irresponsablemente se recetan cada año?
¡Ánimo, Guatemala!

Fernando Brolo Fumagalli

Artículo anteriorRootman Pérez: conocí la intención de una mujer de denunciar a Jimmy Morales
Artículo siguienteNi falta que hacía que viniera Pence