Juan Francisco Reyes López
jfrlguate@yahoo.com
En una visita bilateral, no puede ser una de las partes la que imponga la agenda. Si bien no hay duda que el vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence tiene propuestas a discutir, los Presidentes de El Salvador, Honduras y Guatemala tienen también la obligación de proponer que se discuta la inmigración de niños y de adultos a Estados Unidos, así como las deportaciones de miles de ciudadanos de estos tres países centroamericanos.
Ninguno de nuestros tres países tiene la capacidad de impedir la inmigración hacia Estados Unidos; decir que tenemos la capacidad de ofrecer a estos personas una oportunidad mínima y digna de trabajo es la mentira más grande que podría cualquier persona externar.
La pobreza, la extrema pobreza, la falta de educación general y de educación técnica hacen que nuestros nacionales inmigren afrontando enormes peligros. Todo ello se podría frenar si Estados Unidos nos proporciona una donación de recursos para suplir la falta de inversión en nuestros países.
Si ellos adoptaran un Plan Marshall para nuestros tres países, podría decirse que nos están dando los recursos económicos suficientes para ofrecerle a todos estos connacionales una oportunidad de educación técnica, condiciones de salud y de vida que solo pueden obtener cuando inmigran.
Cuando recorremos el país, nos llama la atención ver las numerosas casas de block y concreto, de dos pisos, que se han construido. “De dónde telas si no hay arañas”, dice el dicho. Antes todas las casas eran de adobe, hoy son de block, ladrillo y concreto. Se evidencia que parte de las remesas familiares se han invertido.
Si Estados Unidos quiere detener la inmigración hacia su país, tiene que invertir en los nuestros; de lo contrario, tendrá que contratar varios “jumbos” para que estos hagan dos vuelos diarios devolviendo migrantes a El Salvador, Honduras y Guatemala; y eso es solo una medida temporal porque quienes han inmigrado una vez lo harán de nuevo.
Sería positivo que pudiéramos tener un instituto técnico en cada una de las cabeceras de nuestros departamentos, capacitando personal para maquilas, para la industria pequeña y mediana y que no continuáramos produciendo maestros de educación primaria de los cuales estamos saturados. Si no se produce diversificación de los estudios y suficientes fuentes de trabajo, tendremos que seguir diciendo que Estados Unidos es y será “un sueño americano” y que los sueños todos los perseguimos.
Acaso el Vicepresidente norteamericano no es un descendiente de inmigrantes que, al igual que la mayoría de los ciudadanos norteamericanos, son descendientes de honrados inmigrantes, quienes vinieron de Inglaterra hacia las trece colonias y que después recibieron inmigrantes de Rusia, de Polonia, de Irlanda de Italia, de China y de todos los países del mundo.
La estatua de la libertad solo ha sido el símbolo de quienes arribaron como inmigrantes por vía marítima, pero no podemos pretender decir que ellos fueron los únicos inmigrantes. Prueba de lo anterior son las diferentes etnias representadas en el pueblo de Estados Unidos, donde por supuesto priva la inmigración latinoamericana.
Esperemos que esta reunión sea bilateral y por consiguiente positiva.
¡Guatemala es primero!