Alfredo Saavedra
“Cruzar la frontera ilegalmente es casi siempre un acto de amor”
Jeb Bush, excandidato republicano a la Presidencia
Desde Canadá.- Esposas de expresidentes de los Estados Unidos, entre otras personalidades, han expresado su repudio a la acción migratoria ordenada por el presidente Trump, en el proceso de separar y enjaular a los niños de inmigrantes “ilegales” al parecer con el fin oficial de disuadir la entrada a ese país de gente que huye de la pobreza en sus países, en particular de Centroamérica.
Las protestas de condena por esa arbitraria medida se han multiplicado en varios estados y en las pancartas aparecen rótulos comparando la acción de Trump con los nazis en la persecución de los judíos. Aunque esa denuncia es espontánea, ya desde el primer año de ejercicio en el poder del presidente Trump, voces autorizadas como la de la analista de política internacional Olivia Ward, pronosticaron que la administración de Trump se dirigía hacia el establecimiento del fascismo en Estados Unidos. Esa tenebrosa realidad al parecer está tomando forma con el “encarcelamiento” de los niños hispanos.
De relevancia ha sido el artículo publicado en el diario Washington Post por la señora Laura Bush, esposa del expresidentes republicano George Bush, en el que califica de cruel e inmoral la acción de hacer víctimas a los niños. Aunque la situación promovió una escalada de protestas, el periódico da relevancia a las declaraciones de la señora Bush por considerar que en su columna de invitada ha formulado los más severos comentarios de parte de una personalidad republicana.
Revela el Washington Post que aún Melania Trump, esposa del presidente, quien se ha mantenido siempre fuera del debate político, declaró por medio de su vocera Stephanie Grisman, que “se necesita un país que siga todas las leyes, pero que también gobierne con el corazón.” La vocera dijo que “la señora Trump odia ver que los niños sean separados de sus familias y espera que se llegue a una exitosa reforma migratoria”.
La líder del Partido Demócrata en el Congreso, Nancy Pelosi, expresó: “Esta situación deja una oscura mancha en nuestra nación. Despojar de sus padres a vulnerables pequeños niños es una profunda atrocidad que degrada los valores de la nación y nuestra heredad como reflejo de esperanza, oportunidad y libertad”.
La exprimera dama Rosalyn Carter, al condenar la política de Trump de separar a los niños de sus padres en la frontera con México, dijo “es una desgracia y una vergüenza para nuestro país”. En términos similares expusieron su repudio a la acción de la administración Trump, las ex primeras damas de los Estados Unidos Michelle Obama y Hillary Clinton.
Por otro lado, al producir el hecho una reacción de impopularidad de Trump en círculos internacionales, esa impopularidad se ha manifestado también en las recientes declaraciones del multimillonario George Soros, quien dijo: “Trump es un narcisista que quiere destruir el mundo”. El conocido inversor agregó que si el Partido Demócrata, cuando ya esté en control del Congreso y el Senado, propone el proceso de “impeachment” contra el gobernante, apoyará sin demora la destitución del Presidente.
En una entrevista con el diario The Washington Post, el señor Soros hizo énfasis en su convicción de que Donald Trump se considera tan poderoso que en realidad es un peligro para la humanidad. El empresario, de origen húngaro, señaló que en gran parte del mundo “todo lo que podría salir mal, salió mal” y ante esa situación prometió redoblar sus esfuerzos con su agenda de “Cuanto mayor sea el peligro o la amenaza, me siento más obligado a enfrentar los riesgos con un gobierno como el de Trump”.