La Sala Tercera de la Corte de Apelaciones es considerada por quienes están tratando de consolidar el sistema actual como una especie de Sala de los Milagros donde todo se resuelve, sin el menor rubor, pasando sobre el Estado de Derecho para ayudar a los esfuerzos que se hacen para perpetuar el régimen de impunidad que se ha vivido en Guatemala. Muchos son los procesos en los que esa instancia judicial ha resuelto en una forma que algunos explican, a lo mejor con criterio muy superficial, por la participación en ella de la esposa del Secretario de Comunicación Social de la Presidencia, aunque en verdad se trata de un tribunal colegiado que consistentemente ha reiterado su inclinación a favor de la línea que mantiene el presidente Morales y sus aliados en la lucha contra la Comisión Internacional Contra la Corrupción en Guatemala.

El último fallo pretende indicarle a la jueza de Mayor Riesgo, Erika Aifán, cómo tiene que resolver en el caso del ciudadano ruso de apellido Bitkov que se ha convertido en uno de los caballitos de batalla en el esfuerzo por destruir a la CICIG. Pasaron por alto principios elementales del derecho que, como explicó la juzgadora en el ocurso de queja presentado para impugnar la resolución de la Sala, le otorgan a ella la facultad de resolver y, en todo caso, sus resoluciones pueden ser apeladas y conocidas en segunda instancia por las Salas de Apelaciones, pero no es competencia de dichas Salas dictarle al juez los términos de una sentencia o resolución que por ley le corresponde decidir.

La Corte Suprema de Justicia ya dejó claro en resoluciones previas que las Salas no tienen la competencia para dictarle a un juez los términos en los que debe resolver. En una acción como la que conoció la Sala Tercera pueden revocar las decisiones de los jueces para garantizar el debido proceso pero no pueden, bajo ninguna circunstancia, convertirse en el tribunal que resuelve conforme a su propia independencia.

La jueza dispuso hoy otorgar arresto domiciliario a Igor Bitkov simplemente porque no considera que pueda existir peligro de fuga o de obstaculización de la justicia, pero mantiene su decisión respecto al fondo de las resoluciones que fueron impugnadas y por lo tanto serán instancias superiores quienes resuelvan conforme a derecho para garantizar el debido proceso violentado por la Sala.

Es importante la decisión de la CC ante el ocurso porque tiene que preservarse el ordenamiento legal, impidiendo que una Sala se atribuya facultades propias del juez de instancia.

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