Stu Velasco
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Jerusalén ha sido reconocida como capital de Israel, siendo el primer país en hacerlo Estados Unidos, primer potencia del mundo, el 05 de diciembre de 2017, cuando el presidente Donald Trump dio a conocer al mundo su decisión expresando “es hora de reconocer oficialmente a Jerusalén como capital de Israel”, secundando la decisión con el traslado de la Embajada de Estados Unidos de Tel Aviv hacia Jerusalén; de inmediato la noticia recorrió el mundo, impactando drásticamente en la liga árabe quien a través de diversos líderes fijaron sus posiciones, las cuales no son del nada prometedoras, mismas que son importantes y determinantes para toda repercusión que sin duda existirá, ante esta súbita modificación en la política exterior que Estados Unidos concretó, relativa al manejo del conflicto Palestina, Liga Árabe-Israel.

Fue Guatemala el segundo país en alinearse a la política exterior de Estados Unidos, anunciándose el 24 de diciembre de 2017 como una decisión soberana y consecuente, el reconocimiento de Jerusalén como capital de Israel y fijando en el mismo sentido el traslado de nuestra Embajada, haciendo alusión a la histórica y especial relación que nuestro país ha mantenido con Israel desde que este fue reconocido como Estado aquel 29 de noviembre de 1947 en donde Naciones Unidas estableció dos estados dentro del territorio palestino, uno árabe y otro judío.

Dentro de las reacciones que suscitaron ante la decisión del presidente Donald Trump, es importante para todos conocer cuáles fueron las expresiones de líderes sobre todo de quienes se oponen rotundamente, Jordania manifestó que habrían «consecuencias graves”, el jefe de la Liga Árabe indicó que la decisión «nutriría el fanatismo y la violencia». Turquía aseguró que esto sería «una enorme catástrofe», el representante de la Autoridad Palestina fue tácito al definir como “beso de la muerte para los esfuerzos de paz”, líder del grupo Hamas dijo que esta decisión cruzaría “todas las líneas rojas”. Para Guatemala también existieron reacciones: El Secretario General de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP): “El anuncio del Presidente de Guatemala es una vergüenza y un insulto a los principios de derecho internacional, un obsequio a la violación de los derechos humanos y a las resoluciones de la ONU y un ataque hostil y directo a los derechos del pueblo palestino”.

Más allá del debate político y exacerbación que ha originado que el presidente Jimmy Morales haya adoptado idéntica política exterior a la de Estados Unidos, como al manejo geopolítico que el gobierno de Guatemala adoptó para potencializar su posicionamiento ante el presidente Donald Trump y Congreso estadounidense orientado a representantes republicanos del Senado, que probablemente esté enfocado en un alto porcentaje para la contención de la crisis política que atraviesa nuestro país. Es elemental plantearnos las consecuencias que pudiera tener para Guatemala a corto, mediano y largo plazo el haber reconocido a Jerusalén como la capital de Israel.

Cuando estamos inmersos en debates diarios, continuas confrontaciones y gran porcentaje de los medios de comunicación se ocupan de la coyuntura, la cual es importante, es oportuno hacer un paréntesis y esforzarnos por hacer apreciaciones objetivas; entonces podríamos decir que la decisión adoptada es acorde con los principios del cristianismo, situándonos dentro del mactor de actores de “interés de estudio” de todo país y organización radical y extremista que no comparte ni acepta la existencia de Israel como Estado, como tampoco que Jerusalén sea reconocida como su capital, sin ánimo de ser considerado de pensamiento utópico, esto nos obliga a estar conscientes que debemos adoptar e incrementar como Estado todo lo que esté a nuestro alcance ante cualquier consecuencia que derive de nuestro apoyo al pueblo de Israel.

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