George Orwell inventó el concepto del Gran Hermano que todo lo espía y conoce mediante el uso de sofisticados métodos de vigilancia, por lo que el concepto cae como anillo al dedo ahora que Guatemala cuenta con un poderoso Gran Hermano que está desarrollando funciones de inteligencia que no realizaba aquí desde los violentos tiempos del Conflicto Armado Interno. Se trata de los servicios de inteligencia que fueron puestos a disposición del presidente Morales y todo el Pacto de Corruptos como una muestra del agradecimiento por decisiones de política exterior tan serias que hasta violentan resoluciones dictadas por la ONU.

Debe recordarse que cuando el Ejército de Guatemala dejó de recibir ayuda de Estados Unidos durante el gobierno de Carter por las violaciones a los derechos humanos, vinieron en socorro los expertos en inteligencia de otros países para llenar el vacío. Algunos de ellos con enorme experiencia para lidiar sin contemplaciones con sus enemigos en prolongados conflictos los hizo muy valiosos en aquellos años para una Guatemala aislada internacionalmente por la forma en que se estaba librando nuestra guerra en la que necesitaban reforzar políticas de represión.

Coincide esa nueva presencia del Gran Hermano con hechos de represión que levantan todas las luces de alarma porque gente que pertenece a sectores directamente señalados y atacados por el mismo mandatario ha sido asesinada en formas que recuerdan los procedimientos de aquellas sangrientas épocas en las que Guatemala perdió tanto.

Hasta ahora se ha sabido que la asesoría y apoyo que recibe Morales por instrucciones directas de un gobierno aliado ha sido específicamente para mantener control sobre lo que hacen aquellos que el gobierno identifica como sus enemigos porque están luchando en contra de la corrupción e impunidad, y mediante sofisticados procedimientos con tecnología de punta se ha logrado revivir el concepto orwelliano de ese inmenso y oculto poder que todo lo llega a saber y que puede hasta predecir futuros acontecimientos basados en la recopilación de informaciones por los más variados métodos.

Pero como quienes integran esa fuerza que constituyen la Dictadura de la Corrupción sienten que están siendo acorralados por los promotores de un modelo de transparencia y absoluta aplicación de la ley, es natural que puedan utilizar los resultados de las labores de inteligencia a discreción, lo que nos puede llevar a situaciones extremas de retorno a un pasado del que nos costó tanto salir.

Ese Gran Hermano debe observar también las tonterías que hacen sus aliados para advertirles sobre el rumbo catastrófico que toman con sus impensadas y radicales actitudes.

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