Pedro Pablo Marroquín Pérez
pmarroquin@lahora.com.gt
@ppmp82
Para muchos de los que deseamos un mejor país, las cosas se vuelven personales y de esa cuenta yo he mantenido canales de comunicación abiertos con muchas personas, entre ellas algunas del Ejecutivo, y el día jueves por la tarde recibí un mensaje de un influyente allegado a Jimmy Morales que decía:
“Te puedo asegurar que el Sr. Iván Velásquez no será expulsado del país, las fuentes están diciendo lo que no es. Esta fuente te dice la verdad”, y lo reproduzco porque creo ético y correcto trasladar el mensaje que me llegó tras mi columna del mismo jueves por la tarde en la que advertía del riesgo existente de que el Presidente volviera a las andadas y expulsara a Iván Velásquez.
La fuente empeñó su palabra asegurándome que no iba a ver tales de expulsión y llega el fin de semana y veremos si se cumple porque Morales así lo decide o si el mandatario cambia de parecer porque cede a las enormes presiones que le están sabiendo explotar sus miedos.
Y digo que le explotan sus miedos y frustraciones porque desde el viernes de la semana pasada el mandatario eligió la ruta de la confrontación y durante esta misma semana realizó varias acciones en ese camino.
Con o sin expulsión de Velásquez (las cosas se ponen mucho peor si hay un rompimiento del orden constitucional y se expulsa al Comisionado) a los guatemaltecos nos queda un buen trecho por recorrer porque nuestros problemas siguen ahí, los vicios están a flor de piel y sigue siendo necesario que todos los sectores nos podamos poner de acuerdo para alcanzar mínimos de Nación que nos permitan avanzar en la dirección correcta.
El Presidente debe decidir su futuro, porque paralelo a los temas judiciales, él tiene aún la posibilidad de romper con las mafias que lo rodean y que le han hecho, en gran parte, que su Presidencia sea un infierno. No es cierto que el MP y la CICIG tengan una agenda anti Morales porque el caso de su hijo y hermano surgió de una declaración de un sindicado (en plena audiencia) en el Caso del Registro de la Propiedad y el primer caso de financiamiento electoral salió un día después de los de LIDER y la UNE.
Morales puede tener todas las frustraciones que un ser humano puede acumular, pero como bien dio a entender él en su discurso ante los militares, la decisión de jugar en grandes ligas fue propia. Él solo decidió vender la idea que era un “outsider” limpio de los vicios del pasado y si su oferta no tuvo sustento no es responsabilidad de nadie más que de él.
Por eso decía en mi columna del jueves, que por doloroso que pueda ser, el Presidente tiene que asumir las consecuencias de sus actos porque como él mismo le recordó a Pérez Molina, nadie está por encima de la ley. Debe resolver y afrontar sus temas legales, pero no es correcto que por sus preocupaciones personales esté conduciendo al país a una terrible ruta porque él y sus círculos así se lo requieren para salvarse de los avances de la justicia.
Entiendo que el mandatario dice que no aceptará nada, pero eso demuestra que lo tienen mal asesorado porque las indicios preliminares son abrumadores y para defenderse, el mismo Morales planteó la necesidad de tener un frente común con el Congreso (con sus tránsfugas y los sindicados pro la justicia a la cabeza) y con algunos en el OJ (el magistrado Eddy Giovanni Orellana le vive haciendo porras que expulse a Velásquez) y eso no es buena señal.
Esto no es un tema contra Morales como dicen algunos cínicos que han vivido porque sus familiares le sacaron raja al sistema; esto es un tema de país y el Presidente tiene que abandonar el bando oscuro y tomar decisiones porque insisto, el tiempo corre, y este país lo tenemos que cambiar los guatemaltecos si queremos un futuro mejor.