Factor Méndez Doninelli

“Marzo y Abril fueron gestas populares, hechos populares, en las que el nivel de organización logró una resistencia contra un sistema antidemocrático y represivo. Pero no es un hecho aislado, forma parte de un proceso histórico social que no ha terminado aún, frente a un sistema de dominación de una minoría económica oligárquica, subordinada al capital extranjero (que es el que se ha apropiado de Guatemala), que aprendió a usar técnicamente formas fascistoides de represión para coartar el desarrollo de la organización popular por la liberación de los pueblos”.
Manuel Colom Argueta

El 12 de abril de 1962, una patrulla militar al mando del teniente Erick Mendizábal disparó sus fusiles contra un grupo de estudiantes de la Facultad de Derecho de la Universidad de San Carlos de Guatemala (Usac), quienes colocaban mantas y afiches alusivos a la Huelga de Dolores en las paredes de esa Unidad Académica en la 9ª avenida y 10ª calle zona 1, ciudad Guatemala, mismo lugar donde hoy funciona el Museo Universitario (Musac).

El suceso trágico costó la vida de tres universitarios, NOEL LÓPEZ, ARMANDO FUNES y JORGE GÁLVEZ. Más tarde, frente a la Escuela de Comercio, fue ametrallado por la Policía Nacional (PN), el estudiante de secundaria FELIPE GUTIÉRREZ LACÁN. Esto ocurrió durante las jornadas de lucha contra la dictadura del general Miguel Ydígoras Fuentes. En esos días, Guatemala atravesaba una situación política, social y económica complicada, el Gobierno desprestigiado por varias razones: Fraude electoral, corrupción, nepotismo, crisis económica, represión e impunidad.

El 13 de noviembre de 1960 hubo un levantamiento cívico militar, a partir de entonces se empezó a gestar la lucha armada y creció el rechazo a la dictadura por facilitar el territorio nacional para que la Agencia Central de Inteligencia estadounidense (CIA), entrenara a mercenarios y cubanos contrarrevolucionarios, que más tarde fueron vencidos en Bahía Cochinos, durante la fracasada invasión a Cuba en 1961.1

En aquellos días, el contexto regional e internacional estaba marcado por el triunfo de la Revolución cubana en 1959, el endurecimiento de la política estadounidense de Guerra Fría y la consumación en América Latina de la Doctrina de Seguridad Nacional (DSN) creada por los Estados Unidos (EE. UU.), fueron determinantes para estimular las acciones preinsurreccionales ocurridas en 1962.

Dos frentes estudiantiles encabezaron la rebelión popular, el Frente Unido del Estudiantado Guatemalteco Organizado (FUEGO) organización emblemática de posprimaria, vigorosa, combativa, antiimperialista y la Asociación de Estudiantes Universitarios (AEU) que gozaba de amplio respaldo popular.

Es significativo que las jornadas de lucha en marzo y abril de 1962, sucedieron ocho años después del derrocamiento del Gobierno constitucional y democrático del Coronel Jacobo Árbenz Guzmán, dirigido por el Gobierno estadounidense mediante una invasión armada que salió de Honduras, dirigida por oficiales militares traidores, sobornados por la CIA. También, fue la antesala de protestas estudiantiles de 1968 en La Sorbona, Francia, de los universitarios mexicanos de la Universidad Autónoma (UNAM) y de la lucha armada en Guatemala.

Al cumplirse el 56 aniversario de las jornadas estudiantiles y populares de Marzo y Abril de 1962, recuerdo a las víctimas de la represión gubernamental y rescato la memoria histórica para que las nuevas generaciones conozcan las gestas heroicas que la juventud guatemalteca ha impulsado resistiendo a las dictaduras militares y luchando contra la corrupción e impunidad.

1 Fueron entrenados en Retalhuleu en la finca Helvetia, propiedad de Roberto Alejos Arzú, quien con el beneplácito del presidente Idígoras Fuentes, prestó sus terrenos para el entrenamiento militar de los mercenarios.

Artículo anteriorDuda
Artículo siguienteMoral política, moral ciudadana