Sandra Xinico Batz
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La historia no es un libro, al que se le pasan las páginas para continuar y ya; tampoco acaba con la muerte. La muerte no trae el perdón y mucho menos el olvido. ¿Cómo aprender de la historia para no volver a repetirla si la desconocemos?
Efraín Ríos Montt es un personaje que este país no debe olvidar jamás, porque representa muchas cosas y a muchas personas en su historia.
Representa el racismo que permanece y que motivó al genocidio que pretendía exterminar a nuestros pueblos para que nuestras culturas dejaran de existir, por esto se habla de genocidio, porque lo cultural es político y este fue el móvil para arrasar comunidades, para deshacer la cultura a través de la violencia, de la muerte, del shock, de la tortura, de las violaciones y esclavitud sexual, del desarraigo, del desplazamiento forzado, del empobrecimiento, de la desigualdad y la exclusión.
Representa la ideología del racismo de Estado, que alimenta el genocidio hasta hoy y que le permitió morir en su casa y no en la cárcel, porque así es de racista la justicia y este país; provocando que nuestra gente tuviera que regresar a las Cortes a revivir tanto dolor y muerte con la esperanza de obtener justicia. Hubo un juicio con una sentencia por genocidio que fue anulada precisamente por ello y dos intentos de repetición de éste, en el que el último fue a puerta cerrada para beneficiar una vez más a los militares.
Representa a muchos otros genocidas que no fueron y no han sido juzgados, porque ninguno de estos operó solo, ni Ríos Montt. La estrategia del genocidio (aldeas modelo, polos de desarrollo, plan Sofía, Victoria 82, Firmeza 83, fusiles y frijoles…) implicó personas que la pensaron, planearon y ejecutaron.
Representa a todos esos cuques serviles de la oligarquía que son (hasta hoy) intocables y que continúan alrededor del poder más no son los que lo ostentan, porque su papel ha sido el de brazo armado de los realmente poderosos en este país, en otras palabras, han sido sus chuchos, que cuando han intentado morder la mano de quien les alimentan han terminado hasta en la cárcel como Tito Arias.
Representa el presente porque su legado de odio, fanatismo y dictadura permanece en quienes se identifican con su ideología y le alaban, mismos que el día de su muerte le rindieron homenaje y se declararon en luto como el alcalde Arzú, quien en tiempos del golpista fuera su funcionario.
Murió de viejo en su casa y rodeado de su familia. Sus restos permanecerán en una tumba a donde le llevarán flores y desde el que elevarán recuerdos y plegarias. Tuvo un sepelio fugaz (o al menos así nos lo hicieron ver), pero lo tuvo. Tuvo al morir todo lo que le negó y le sigue negando a miles de familias que aún buscamos a nuestros muertos.
Ríos Montt representa a ese racismo que no se va y no se irá aún con su muerte.