Raúl Molina

Lula da Silva, expresidente de Brasil, no será el primer héroe mundial que vaya a la cárcel, esta vez por decisión del corrupto Supremo Tribunal Federal de ese país, que ha ordenado que hoy, viernes 6 de abril, culmine la persecución contra el líder progresista con su ingreso en la cárcel a las 17:00 horas. Fidel Castro y Hugo Chávez le antecedieron, en América Latina y el Caribe, y Nelson Mandela lo hizo como héroe mundial en su lucha exitosa contra el apartheid. Lula es el primero, sin embargo, contra el que se ha aplicado la nueva fórmula imperial de acusarlo por supuesta corrupción. Ninguno de los cargos se sostiene; pero es lo que han utilizado sus enemigos políticos para despojarlo de sus derechos políticos y mancillar su imagen. Las razones son enteramente políticas, como ha sido denunciado por diversidad de instituciones y personalidades, y como ha aceptado un energúmeno general de las Fuerzas Armadas brasileñas, que amenaza con un golpe de Estado si Lula es aceptado como candidato a la presidencia, la cual ganaría ampliamente de permitírsele ser candidato. Emir Sader, articulista muy respetado en Brasil dice (Lula, sin crimen ni pruebas ni ‘habeas corpus’): “Un conteo preliminar de los votos del (Supremo Tribunal Federal) parecía favorecer a Lula, sugiriendo una quiebra del consenso de Curitiba que se había impuesto hasta ese momento. Un consenso jurídicamente absurdo por una condena sin crimen ni pruebas. Configura claramente una persecución política, basada en… el uso unilateral de leyes para perseguir a adversarios políticos. Nadie tiene dudas de que el juez Sergio Moro es un adversario político feroz de Lula, que le ha negado todo tipo de recursos, que lo trata de forma racista y discriminatoria”. Por órdenes del imperio y con el odio de la derecha se intenta frenar la fuerza avasalladora de Lula.

Contrasta con este linchamiento político, el llamamiento que ha lanzado Adolfo Pérez Esquivel, Premio Nobel argentino, para que firmemos (yo ya lo hice) la propuesta al Comité Nobel de la candidatura de Lula para 2018. En su parte esencial, dice: “El Premio Nobel de la Paz Argentino, Adolfo Pérez Esquivel, inició la campaña de adhesiones…para que el expresidente de Brasil sea galardonado con el Premio Nobel de la Paz por su lucha contra la pobreza y el hambre en Brasil… el referente latinoamericano de los derechos humanos da continuidad al anuncio que hizo en Brasil luego de reunirse con Lula da Silva…y comunicarle la postulación”. Termina diciendo: “Los y las invito a leer los fundamentos para que seamos miles en esta propuesta». Quienes están por el odio y la violencia, escudándose en una falsa campaña anticorrupción, quieren a Lula en la cárcel. Quienes estamos por la paz con un gobierno legítimo en Brasil, presidido por Lula, lo proponemos para el Premio Nobel. Personalmente, me he sumado con fuerza contra la corrupción y la impunidad, en donde sea, sin importar si las personas acusadas son de derecha (la inmensa mayoría), del centro o de la izquierda; pero la acusación contra Lula es insostenible. De ir a la cárcel, será un prisionero político, que recibirá el apoyo latinoamericano y mundial.

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