Jorge Santos

Recientemente algunos diputados, gerentes de grandes empresas y sus académicos orgánicos han levantado una campaña responsabilizando a las capturas de funcionarios, empresarios y exmilitares señalados en casos de corrupción e impunidad, por las bajas tasas de inversión extranjera existente en el país. Esta campaña a todas luces, carente de sentido y plegada de falacias, oportunismos y cinismo forma parte del entramado del Pacto de Corruptos. Para su divulgación han despertado un ejército de net centers que despotrican contra las declaraciones de Juan Carlos Monzón y la validez o no de las mismas, sin siquiera permitir que a partir de ellas el Ministerio Público inicie las acciones de investigación que corresponden.

Y es que no es para menos dado el nivel de afectación que han de sentir al escuchar a uno de su pandilla, atestiguar como colaborador eficaz, para revelar información clave sobre el funcionamiento, los mecanismos, las acciones y actores fundamentales de la mafia del Partido Patriota. Examinemos en dos casos denunciados por Juan Carlos Monzón cómo se vinculan el financiamiento político, las ganancias obtenidas del pago de favores y sus implicaciones sobre los pueblos, comunidades y personas que defienden derechos humanos. Monzón detalló cómo los Bosch Gutiérrez, formaron parte de los financistas del Partido Patriota, para que llegara al poder en 2012. La premisa liberal dice que: “no existe almuerzo gratis”. La familia propietaria de la Corporación Multi Inversiones a cambio de la campaña que permitió la elección de Otto Pérez Molina cobró con sangre, represión, expropiación y prisión contra defensoras y defensores de derechos humanos la instalación de su proyecto hidroeléctrico sobre el Río Cahabón. Esta cauda de agravios contra el pueblo Q´echi entre otras cosas, tiene su origen en el financiamiento espurio otorgado por esta familia a los partidos políticos.

El otro caso, está vinculado a la instalación de un proyecto hidroeléctrico en el norte de Huehuetenango, en la aldea Ixquisis del municipio de Santa Eulalia. A partir de su llegada la muerte, la zozobra, la cárcel, la represión y la continuación de la expoliación y saqueo se instalaron. Juan Carlos Monzón hizo mención de Carlos Enrique Mata CEO de Embotelladora la Mariposa, quien les otorgó financiamiento durante la campaña electoral de 2012. Resulta que Mata además de ser importante funcionario de la embotelladora de aguas gaseosas y cervezas, es hermano del propietario de la empresa hidroeléctrica que ha llegado a generar ingobernabilidad y conflictividad social a la región fronteriza con México.

De esa cuenta y dados los efectos sobre los pueblos, comunidades y defensoras y defensores de derechos humanos, yo demando del Ministerio Público la investigación a partir de la declaración de Monzón y ojalá que con ello veamos el cese a la ingobernabilidad y conflictividad social generada por empresarios corruptos e impunes.

Artículo anteriorEl llamado de la tribu y el canto de sirenas
Artículo siguienteFacebook y la inteligencia de mercados