Juan José Narciso Chúa

Mi buen amigo Edgar Gutiérrez en su columna de elPeriódico hizo una serie de clasificaciones conceptuales en relación a los temas de Cooptación y Captura del Estado, dando luces para conocer con mayor profundidad sobre el tema. Hoy en Guatemala, se puede visualizar con toda claridad lo que está ocurriendo en términos de cooptación del Estado, a través de las diferentes medidas que el actual Ministro de Gobernación ha ejecutado alrededor de su cartera, con la perversa orientación de erosionar el trabajo del MP y la CICIG.

Todo empezó con su llegada a la cartera del Interior, justamente para sacar al anterior ministro Rivas, quien había realizado un excelente trabajo. Esto implicaba el primer paso, para asumir el control total de la cartera que se encontraba apoyando fuertemente la lucha contra la corrupción. Sus primeras decisiones no dejaron de ser siniestras pues incorporó a uno de los famosos Riveritas, como para dar muestra de lo que quería hacer, no del lado luminoso de la fuerza, sino al contrario del lado oscuro de la misma.

Sin precisión en su gestión, se le ocurrió al Ministro declarar terroristas a las maras, pensando seguramente en una apertura a la represión y la limpieza social. Luego tuvo la brillante idea de “deportar” a los jefes de las maras, nada más ocurrente puesto que, generalmente, se deporta a ciudadanos de otros países, no a los de su propio país.

Pero no terminó ahí. La segunda etapa fue de desbaratar la cúpula de la Policía Nacional Civil, justificándolo como una “oxigenación institucional”, vaya fumada del señor Ministro, puesto que al final significaba alinear a dicha cúpula con sus orientaciones y las que llegan del Palacio de la Loba, provocando con ello una purga interna, porque las personas decentes y trabajadoras, no son “confiables” para él, precisamente cuando los temores de las investigaciones llegaron justamente a la proximidad del Alcalde.

Pero tampoco terminó ahí. Recientemente el Ministro de marras decidió retirar a los agentes de la DIGICI que se encontraban asignados a la CICIG, justamente cuando se abre el escándalo de que dicho funcionario se encontraba trabajando para la Municipalidad y el Registro Electoral, con ello se perfiló evidentemente su relación, que responde a los sectores más oscuros, cuasi fascistas y que se encuentran luchando hoy firmemente contra toda la cruzada contra la corrupción y la impunidad.

¿Qué más vendrá del lado oscuro de la fuerza?, todavía está por dilucidarse. Lo que sí es cierto es que este señor investido de ministro, constituye el eje perverso de esa fuerza oscura que se niega al cambio y que dócilmente obedece a los dos residentes de los palacios de la ciudad, así como busca a toda costa evitar que ocurran sustos para los mismos, tomando decisiones que tienen más un carácter fascista que de modernización.

Este es un claro ejemplo de cooptación del Estado, ciertamente coyuntural, pero su presencia apunta a producir una de las gestiones más lesivas para el ministerio del Interior, pero aún más, constituye el pivote decisional para golpear a todos aquellos que estamos de frente para cambiar este país y alejarlo de la corrupción y la impunidad. Mucha atención ciudadanos, el mal está cerca y actúa en contra de todo lo que los ciudadanos honrados buscamos: una sociedad justa y un gobierno transparente, no corrupto e impune.

*Lamento mucho el repentino fallecimiento de Edgar Pereira Rivadeneira. Mi más sentido pésame a su familia y amigos. Hasta siempre Edgar.

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