Marco Tulio Trejo Paiz

Es del conocimiento de todos los ciudadanos que leen las noticias que el expresidente Álvaro Colom, el máximo LÍDER del partido político Unidad Nacional de la Esperanza (UNE), se encuentra viendo la luz a cuadros por haber malversado más de 250 millones de quetzales verdes, verdes cuando estaba ocupando el sillón presidencial.

También están presos, sindicados de complicidad de Colom, varios “personajes” que, al igual que él había puesto como ministros de Estado, quienes conformaban su Gabinete de Gobierno.

Colom, principalmente, ha cometido un autosuicidio político, porque difícilmente podrá tener personal que lo apoye en cualquier campaña político-electoral que quisiera pretender en un futuro cercano. Lo que le ha ocurrido es como para ya no volver a participar en la política partidista.

El haberse apropiado de tanto dinero es como para no volver a realizar la política sin exponerse a las duras críticas de los diferentes grupos ciudadanos. Lo que podría hacer para compensar, el gravísimo error cometido, es devolver la plata que malversó y que jamás podrá reivindicarse. Más bien es una mancha que le será imposible borrar.

Otros políticos que han hecho barrabasadas menos comprometedoras se han visto en situaciones nada convenientes, sobre todo si participan en organizaciones que buscan cargos públicos.

Honesto e inteligente no le conviene echarse al ruedo sin exponerse a ser rechazado por el electorado y, de esa guisa, no estará expuesto a que le saquen los mugrosos trapos al sol…No hay mejor manera de conservar simpatía entre la ciudadanía que actuar de una manera limpia y honesta.

Indudablemente es tentador el dinero cuando se desea poseerlo para disfrutar de una vida placentera en el seno del hogar, con la esposa y los hijos. Eso que se trata de lograr es muy natural y justificable, pero de una manera honesta.

Conocemos casos de individuos que desempeñaron puestos municipales y de otra índole que por estar acosados por la necesidad o por querer comprar un carro echaron mano de los impuestos para hacerse de bienes que no les corresponden, pero eso es totalmente fuera de lo moral.

Entre el vulgo suele decirse que la necesidad tiene cara de chucho y que la ambición desmedida es una pretensión nada aconsejable. Tampoco el conformismo es aconsejable. Hay que ir atrás, muy cerca del deseo de superación pero guardando siempre la distancia de lo que realmente se necesita.

Gente como don Álvaro Colom, incuestionablemente son capaces de hacerse del dinero que necesitan o desean para llevar una vida cómoda, pero todo esto debe hacerse con apego a lo que se enmarca en lo correcto y no fuera de la ley. Salirse de lo correcto y de la ley es exponerse a caer de bruces en un momento dado.
La justicia debe caer con todo su peso de comprobarse los hechos que son imputados para más de la mitad del Gabinete del gobierno de la UNE, por eso es que los guatemaltecos debemos analizar bien por quién vamos a votar en las próximas elecciones, para no caer en estas vicisitudes que afectan a toda la población, porque los “honorables” politiqueros se llevan a sus arcas dinero que sirve para el desarrollo de la nación.

¡Juan Pueblo será el que decida como juzgarlo mejor!

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