Juan Francisco Reyes López
jfrlguate@yahoo.com

La sabiduría popular dice: “El que nada debe, nada teme”.

Por consiguiente; cómo se explican las expresiones de Álvaro Arzú en el capítulo que él denomina “La persecución”; así como las preguntas y respuestas que el libro de memorias de Arzú contiene en la página 327.

“¿Qué se siente al dejar de ser Presidente luego de tantos años de preparación, dos campañas y los cuatro años de ejercicio del poder? Yo no sentía tristeza, la pura verdad, pero sí mantuve la preocupación por las acciones siniestras de tipos como el vicepresidente Paco Reyes, y gente que yo sabía que me trataría de hacer daño.  Y realmente uno se siente extraño en su propia oficina particular.  ¿Y ahora qué hago? Ya no suena el teléfono, no hay radio a la mano, ¿verdad? Se siente uno como aburrido.

“Quien afirma está obligado a probar”. Sin duda alguna, una persona que estudió derecho conoce este precepto jurídico, aunque no haya tenido la entereza de graduarse como licenciado en ciencias jurídicas y sociales, abogado y notario; aunque lo lograra como dicen que lo hizo Óscar Berger con la ayudita de una protegida política del gobierno de su gobierno, que también fue diputada del PAN y del Partido Patriota.

Por consiguiente, emplazo a Álvaro Arzú para que me demuestre que soy un tipo siniestro como lo afirma, también lo emplazo para que señale cualquier acción o denuncia penal que él en lo personal haya recibido en los cuatro años de gobierno del Frente Republicano Guatemalteco, por cuanto estoy seguro que no podrá respaldar su improcedente planteamiento o señalamiento.

En cuanto a aburrirse y echar de menos el teléfono, el radio o cualquier otro medio de comunicación e información que se cuenta en la Presidencia de la República, esto es normal; sin embargo, una persona en el Parlacen puede destacar y demostrar la experiencia y el conocimiento que ha adquirido en la política y la presidencia.

¿Fue difícil adaptarse a la nueva etapa de vida?

Fue una etapa dolorosísima, yo creo que el cáncer me vino producto de la persecución del presidente Portillo, quien hizo todo lo indecible, con el amparo de Paco Reyes y Efraín Ríos Montt, para ver qué nos encontraban.  Fue una cosa espantosa, tan es así que mi mujer me pidió: “Vámonos a dar una vuelta en un barco al Caribe”.

No soy médico, ni psicólogo, ni psiquiatra, sin embargo, considero que no existe prueba de que el cáncer de la piel se le produzca a una persona porque tiene dolor o tristeza.

Es más probable que las personas con la piel blanca y colorados por su descendencia española, de regiones donde no alumbra el sol como lo hace en nuestra querida Guatemala, les venga ese tipo de problema, de hecho, a mí me han operado recientemente de cáncer de la piel y no se lo atribuyo ni al dolor, ni a la tristeza, ni a la falta de poder.

En cuanto a la reiteración, esta vez más amplia, que el presidente Alfonso Portillo, el general Efraín Ríos Montt, Presidente del Congreso; o mi persona hayamos realizado alguna acción de persecución penal en contra de Álvaro Arzú, Luis Flores o de algún miembro de su Gabinete, vuelvo a “emplazar” a Álvaro para que demuestre su infundada afirmación.

Por el contrario, el gobierno de Berger sí lo hizo, en contra nuestra, como lo señalaré.

¡Guatemala es primero!

Continuará…

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