Lic. Mariano Contreras Pacheco*
Esos tontitos parias ni se imaginan a quién le cegaron la vida.
Como siempre, se grita que se investigue y esclarezca tan increíble, maldecida y aborrecida aberración. ¡No se hará nada! , los antecedentes lo demuestran. Estuvimos en el velorio. ¡Cómo no íbamos a estar! Nos encontramos otra vez con magistrados de las Cortes, Suprema, y de la CC, Salas de Apelaciones, Jueces, miembros destacados del FORO, estudiantes y familia en general. Gente distinguidísima, que reconocemos la valía de un guatemalteco batallador como pocos. Académico, catedrático, cuyas obras que se volverán clásicas: sabía y conocía EL DERECHO. Esto lo dijo el Magistrado y Decano de la Facultad de Derecho de la Usac; no se puede describir su trayectoria… Y, cómo fue a morir balaceado por esos cafres que deberían estar a fuego lento en el INFIERNO, porque el Infierno sí existe donde sea, para castigar a los torpes de nacimiento.
Algunos colegas manifestando su dolor e indignación, me pidieron escribir algo, reconociendo que otras veces señalamos iniquidades. Respondí; »Serán muchos los que aborden y condenen este sangriento acontecimiento», y estas cataratas de sangre, son imparables. IMPARABLES, ¿qué puede decir modesto jurista, ante tan ominoso asesinato? Podría decir: «Amigo, Pupo, si pudieras desde el más allá sancionar a esos insensatos, HAZLO, porque aquí, terrenalmente no hace nada, nadie, esperamos que la Justicia de AQUEL que sí sabe juzgar ¡funcione! Cómo me impresionó haberle visto, dentro del frío féretro, rodeado de cientos de arreglos florales, y de tantas personas que te conocimos. Estoy seguro que mi pensamiento, es compartido por quienes tuvimos la suerte de conocerte, Abogado José Arturo Sierra González. Dejaste una estela o impronta que pocos podrán borrar.
*Abogado Colegiado Activo 1629.







