Jesús Alvizures
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Se hace tanto cacaraqueo de las instituciones del Estado que tienen el deber de velar por la regulación de precios de los artículos de primera necesidad; los alquileres de casas para vivienda, (Ley de Inquilinato) sin aplicación, así como el precio de la gasolina y sus derivados, todo esto está suelto, no hay defensa para el consumidor.
La famosa DIACO sanciona los comercios para llevar frutos económicos a las arcas estatales; el consumidor afectado queda fuera. El Ministerio de Economía se agazapa para no entrarle a los comerciantes avaros que trafican con el hambre del pueblo, esta frase hace años que se acuñó y se viene repitiendo; hemos sido víctimas de un Estado sin control.
Y con la acomodación de leyes los corruptos siguen en el círculo de la explotación al pueblo desposeído; el cual nunca ha recibido prebendas que alivien su situación socioeconómica. Esta que se dio en los gobiernos de la revolución Arévalo y Árbenz.
Ahora que se insertó la violencia de maras y sicarios en el país hay mucha inseguridad para la ciudadanía y aunque se asegure que se está combatiendo hay muchos focos delincuenciales que indican lo contrario; pues a diario se reportan hechos sangrientos, asaltos y más.
Mientras los políticos en el mando están viendo cómo se sigue con la inmunidad de delitos que son punibles en la Ley; esta que siempre ha sido letra muerta en el papel.
La llegada de la CICIG, ente internacional, con al apoyo del Ministerio Público y la Fiscal General Thelma Aldana, han dado excelentes resultados en la gestión del comisionado Iván Velásquez, los cuales han sido cuestionados por los afectados, lo que en la actualidad tiene a los guatemaltecos honrados sin movimiento de comercialización.
Los corruptos se arrogaron su ley; si no hay reparto de ganancias no hay trabajo, la adjudicación de contrataciones del Estado siempre ha tenido un precio.
De esto se deriva que muchos contratados utilicen malos materiales para la obra encomendada, pues el contratante no puede exigir porque está comprado, es cómplice de una estafa al Estado.
En carreteras y puentes año con año se dice que se hace una inversión millonaria. ¿Por qué?, porque en el trabajo efectuado aún se cuente con supervisores, estos están ligados a la misma mañosería.
Ojalá que en las elecciones en el Congreso y el Ministerio Público se escoja personas de alta honorabilidad y que queden comprometidos con Guatemala para un cambio. Pero no ficticio.
Somos un país libre y soberano, y no debemos permitir la mordaza de quienes quieren mantener al país en la pobreza, mientras ellos gozan de los manjares que da la corrupción enquistada en todos los niveles sociales y no sociales que conforman la nación.
No sé por qué el humano se afana por los bienes de la tierra; si al morir nada se lleva. Todos regresamos como venimos.