Edith González

“Las infancias nunca duran. Pero todo el mundo se merece una”.
Wendy Dale.

El Congreso de la República aprobó el decreto  número 22-2017, que obliga a  quienes  están cerca  de  los  niños de manera directa o indirecta  a solicitar al Ministerio Público un documento que respalde que no han cometido agresiones sexuales  en contra de los niños.  La publicación de la Ley del Banco de Datos Genéticos señala que  el Instituto Nacional  de Ciencias Forenses, Inacif y el Ministerio Público  deben  preparar el reglamento  respectivo para que la ley entre en  vigencia.

Ahora podremos  estar más tranquilos a sabiendas que a quienes dejamos al cuidado de nuestros niños  por razones sociales, económicas, familiares y de otra índole,  no son delincuentes. Pero  también permitirá retirar del trabajo a quienes  luego en el futuro  pudieran intentar  abusar de un menor de edad. La nueva ley nos da un asidero legal para mantener lejos  de los menores a los delincuentes sexuales; así como disuasiva para otros que pudieran tener la intención de dañar a un niño en la búsqueda de satisfacer un placer, un sentido de poder o una enfermedad mental que  hace que las personas  abusadoras sexuales se sientan  bien, dañando al vulnerable e indefenso.

Porque no sabe uno si se trata de personas que tienen problemas en su propia familia, si deben grandes sumas de dinero por no pagar sus deudas (sabemos que a  las unidades en donde dejamos a nuestros hijos, llaman para reclamar el cobro porque no pagan letras  de aparatos eléctricos, de joyas, de ropa o no pagan el valor de las casas que alquilan) y esto obligadamente tiene repercusiones en  el cuidado de nuestros hijos. Por lo que las instituciones deberían de tomar en cuenta las denuncias en contra de ellas y tomar decisiones.

Que valioso es contar ahora con la ley recién aprobada por el Congreso de la República, pero  es evidente que también  debemos de conocer  quienes, en su vida privada,  son los que cuidan a los cientos de niños que quedan  a su resguardo.

Pero… en verdad ¿quiénes quedan al cuidado de nuestros hijos? Será recomendable volver los ojos a este tema y conocer de la vida particular de esas personas.

La nueva ley   aplica a educadores, niñeras, niñeros, enfermeras, enfermeros, médicos, magos, payasos, pilotos de buses escolares, conserjes de colegios, sacerdotes y pastores evangélicos, según explicó el licenciado Alejandro Chang, del Ministerio Publico. (Prensa Libre 22-12-17)

Y a propósito  ahora que  los gobiernos  han entendido y aceptado que  las mujeres no son propiedad de nadie y que son personas humanas y  tienen dignidad y derechos sería bueno  ampliar la ley o crear otra  que abarcara los delitos sexuales contra las mujeres,  que son cometidos  por profesionales  como  enfermeros y médicos, en la vulnerabilidad que la enfermedad coloca a la mujer en algunos casos y algunos profesionales en su baja autoestima y debilidad mental y emocional consideran que pueden abusar de ellas, lo que agradecerían no sólo las mujeres sino sus familias que también se ven afectadas por estas situaciones,  ¿qué opina  doctor Mario Fredy Castañeda?.

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