Luis Enrique Pérez

El evangelista San Mateo afirma que Jesús nació en Belén, “en tiempos del rey Herodes”; y el evangelista San Lucas afirma que José y María viajaron de Nazaret a Belén, para ser censados, y que en Belén nació Jesús. La palabra “Belén”, o “Bethlehem”, significaba “casa del pan”; y con ella podían ser designadas las ciudades que tenían molinos que producían harina fina; pero San Mateo y San Lucas aluden a Belén de Judea, llamada también Belén Efrata. En Belén había nacido el rey David. Y según el Antiguo Testamento, Miqueas había dicho que en esa misma ciudad (es decir, Belén de Judea) surgiría el Señor de Israel.

En el Siglo III de la Era Cristiana, el exégeta bíblico Orígenes reiteró que Jesús había nacido en Belén, y hasta mencionó el lugar en donde había nacido. Ese lugar, mencionado ya en el Siglo II por San Justino Mártir, y por el autor del evangelio apócrifo de Santiago, era una cueva. Creíase que en ella todavía se conservaba el pesebre en el que, con piezas de tela, había sido envuelto el recién nacido Jesús. En el año 326, el emperador romano Constantino El Grande ordenó construir, en torno a esa cueva, la Iglesia de la Natividad.

San Marcos relata que “Jesús vino a su tierra, y le seguían sus discípulos”; pero esa tierra era, no Belén de Judea, sino Nazaret de Galilea. Y San Juan relata que Felipe le dijo a Natanael que habían hallado a aquel de quien habían hablado Moisés y los profetas: “Jesús, el hijo de José, de Nazaret”. Y algunos que escuchaban a Jesús planteaban, por ejemplo, esta pregunta: “¿De Galilea ha de venir el Cristo?” San Juan también relata que Poncio Pilatos ordenó inscribir, en la cruz en la que Jesús fue crucificado, estas palabras: “Jesús de Nazaret, Rey de los Judíos”.

Y Jesús jamás fue llamado Jesús de Belén. Ni aun San Mateo y San Lucas lo llamaron así. San Mateo mismo, en la parte de su evangelio sobre la prédica de Jesús en la sinagoga de Nazaret, emplea esta frase: “y venido a su tierra”, es decir, “venido” a Nazaret. Y Jesús, luego del escándalo o de la incredulidad que su prédica provoca en Nazaret, dice que “no hay profeta sin honra”, excepto “en su propia tierra y en su casa”, es decir, su “propia tierra” era Nazaret. Probablemente, entonces, Jesús nació en Nazaret.

Dedúcese que Jesús habría sido llamado Jesús de Nazaret, no precisamente porque en Nazaret hubieran residido sus padres, y en Nazaret, como relata San Lucas, un ángel le hubiera anunciado a María que tendría un hijo que se llamaría Jesús; o porque, como relata San Mateo, sus padres y Jesús mismo nuevamente residieran en Nazaret cuando volvieron de Egipto; o porque, como relata San Lucas, en Nazaret el niño creciera y se fortaleciera. Fue llamado Jesús de Nazaret porque había nacido en Nazaret.

Puede conjeturarse que había interés en afirmar que Jesús había nacido en Belén de Judea porque, según la profecía de Miqueas, el Señor de Israel, o el mesías, o el cristo, debía nacer en esa ciudad. Adicionalmente, Nazaret no parecía ser una ciudad prestigiosa; lo cual es sugerido por la pregunta que, sobre Jesús, Natanael le plantea a Felipe: “¿De Nazaret puede surgir algo de bueno?”

Según Aviram Oshiri, arqueólogo de la Autoridad Israelí de Antigüedades, Jesús no nació en Belén de Judea, ni en Nazaret, sino en una ciudad llamada “Bethlehem HaGalilit”, o “Belén de Galilea”, llamada también, antiguamente, “Belén de Zabulón”. En ella, poco tiempo después de la muerte de Jesús, una comunidad cristiana construyó un gran monasterio. Belén de Galilea era una de las doce ciudades que, en el Antiguo Testamento, menciona el libro de Josué, en la parte que trata sobre la heredad de los hijos de Zabulón.

Oshiri opina que Jesús no pudo haber nacido en Belén de Judea porque, en la época de Jesús, el territorio en el que tendría que haber estado esa ciudad, era un desierto. La ciudad de Belén que mencionan los evangelios es, según Oshiri, Belén de Galilea. Bruce Chilton, ex profesor de Nuevo Testamento, de la Universidad de Yale, afirma que la investigación arqueológica suministra “una buena razón para inferir que la ciudad de Belén que San Mateo menciona, estaba en Galilea.”

Post scriptum. Puede no haber certeza de que Jesús haya nacido en Nazaret o en Belén de Galilea; pero parece haber certeza de que no nació en Belén de Judea.

Artículo anterior“Regalar” educación
Artículo siguienteEl necesario relevo generacional