René Leiva

Fluxión, negaba la existencia del alma y del espíritu, y decía que estos son una proyección del cuerpo y sus carencias.

Franco Pulique, Anselmo, escribió una “Comedia Inhumana” en 87 volúmenes de gran formato basado en la feroz contrainsurgencia, el terrorismo de Estado, el genocidio en su país, así como las folclóricas corrupción e impunidad, poblada de personajes de variado pelaje.

Frías, José Cayetano, meteorólogo y climatólogo de fama mundial, propuso el casamiento o unión de hecho de “La Niña” y “El Niño” para así, supuestamente, evitar o aminorar la frecuencia e intensidad de mortales catástrofes naturales en todo el planeta.

Fruhbitt, Karl, cirujano y padre del transplante de almas y espíritus. Reencarnacionista convencido, llevó a cabo sus injertos de diversas criaturas a seres humanos, con resultados asombrosos.

Fulgor, Matilde, podía relatar durante varios días seguidos todo lo que guardaba en su memoria, sin comer, dormir ni beber agua, para lo cual se encerraba en un cuarto oscuro al final del pasillo. Al volver de aquellos arrebatos de memoriosa oralidad entraba por semanas en total mutismo, del que solo salía a la vista de la Luna reflejada en un recipiente con agua de brasas.

Fullbright Panzós, Pánfilo, pasó su vida adulta en hacerle punta a la estaca donde algún día se habría de sentar. Dicha estaca se conserva intacta, dentro de una urna, en el Museo de Historias Prohibidas.

Fumagalli, Flamíneo, negaba el calentamiento global, motivado por causas ideológicas, de mercado. Murió sofocado el degustar un helado.

Galicia Pirir, Mardoqueo, se cortaba las uñas el día sábado.

Gangliolo, Alexis, carpintero de Wolfgangalia, hizo el ataúd de la baronesa de Tureniglia, muerta en la peste rosada. Cometió en su larga vida tres errores garrafales; el segundo, hacer una puerta de doble filo.

Gene, Aldous, tras un juicio de lo más extraño, acusado de crueldad mental para con su esposa e hijas, fue condenado a llenar el mismo crucigrama quince veces diarias durante ocho años de encierro.

Gluglú, enano y payaso andaluz, nunca pudo pelear en la Segunda Guerra Mundial, que era su gran ilusión. Cuando se retiró del circo dedicóse a perseguir nazis.

Góngora, Orestes, hermafrodita, eunuco, travesti de ida y vuelta, regente del famoso prostíbulo “La Fogata Húmeda”.

Gredos, Crisalda, teóloga empírica, maestra de Juana Pozniac. Suyo es el concepto de que Dios sabe por qué tiene a los sapos bajo las piedras.

Gulliver y Souza Carvalho, Hermann, liliputiense portugués, con una estatura de 52 centímetros y medio estando descalzo. Heredero de una regular fortuna, gustaba asombrar a la sociedad lisboeta (o lisbonés) haciéndose acompañar por enormes hetairas que lo paseaban en un carruaje para bebé.

Gurú Guril, su frase recurrente era: “A ver que nos depara el pasado.”

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