Marco Tulio Trejo Paiz
En toda la temporada navideña cala hasta los huesos el intenso frío.
Ricos, medio ricos, pobres de solemnidad e indigentes propiamente dichos sufren las heladas de un modo u otro, pero más la pobrería.
Muchos indigentes pasan las noches recostados en las gradas junto a los quicios de las puertas exteriores de los templos católicos y de algunos edificios privados.
Es de imaginar la baja temperatura que tienen que soportar los seres humanos que nada tienen para albergarse bajo techo.
Cualquier mesón les cobra un precio prohibitivo para ellos y, por consiguiente, se ven en la necesidad de entregarse a los brazos de Morfeo viendo las estrellas…
Hay entidades que estos días de duro cierzo invernal, como decía una canción que otrora estuvo de moda, que proporcionan colchones usados a esa infortunada gente para que pueda pasar las noches algo bien…
Gente caritativa proporciona a los que dormitan en la nocturnidad, o sea de las 18:00 horas de un día para las 6:00 del día siguiente.
Juan Pueblo dice que deberían hacer varias galeras en sectores estratégicos de la capital para que duerman los indigentes sin sufrir el problema del intenso frío de la temporada navideña como ocurre actualmente.
El dinero que se gastan los “onorables” diputados en un solo día bastaría y sobraría para solucionar el problema social de referencia.
Así que a poner galeras con económico techo de lámina para los malhadados compatriotas inmersos en la aguda pobreza.
El régimen de gobierno que jefea Jimmy Morales podría solucionar de una vez por todas la situación planteada, que favorecería a las personas hundidas como en los tremedales.
El titular del Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social tiene la palabra y la acción de justicia social.
A estas fechas precedentes de la más importante festividad de la cristiandad que, claro está, es la más solemne que tenemos, ya estamos mencionándola virtualmente demasiado tarde.
Veremos si se presta atención a lo expuesto o si la gente de lo alto del tapanco oficial pone sordina y le importa un bledo…
