Jorge Raymundo

Sin un buen sistema de acompañamiento escolar, la tan deseada calidad educativa será siempre una utopía.

A finales de 2011 mediante Acuerdo Ministerial No. 3639 de fecha 30 de diciembre de ese año, avala la propuesta técnica que una comisión compuesta por autoridades educativas, organizaciones sindicales, especialmente el sindicato de supervisores en aquel entonces, elaborara para el sistema educativo nacional, el Sistema Nacional de Acompañamiento Escolar cuyo objetivo principal era transformar radicalmente el viejo sistema de supervisión educativa que se prestó por mucho tiempo a únicamente firmar papeles y hacer trámites administrativos de escuelas y colegios, pero nunca veló por la calidad de la entrega educativa en el aula. La actual administración crea este nuevo sistema mediante el Acuerdo Ministerial 1334-2017 con vistas a implementarlo en todo el sistema educativo en forma escalonada. Paso muy importante a pesar de la oposición de algunos personajes que ven perder sus privilegios al ponerse en práctica este nuevo sistema y abolir el viejo sistema que ya ha dejado de ser útil desde hace mucho tiempo.

Para responder la pregunta que titula este comentario, el sistema de acompañamiento escolar, SINAE, se perfila como el nuevo sistema que deberá acompañar el proceso educativo especialmente en el aula en dos componentes. Uno, el acompañamiento pedagógico que se dedicaría a brindar asesoría técnico pedagógica al docente, como facilitador del aprendizaje de sus alumnos en el aula. Dos, el acompañamiento en la gestión educativa que daría asesoría a directores y administradores educativos para todos aquellos procesos técnico administrativos que tienen que ver con la dotación de la acreditación y certificación de los estudiantes para que no tengan dificultad en su avance educativo dentro del sistema y asegurar su permanencia en el mismo.

De acuerdo con información de campo recogida en innumerables oportunidades al interior del país, el relativo éxito del Programa Académico de Desarrollo Profesional del Docente -PADEP/D- que lo ejecuta la Universidad de San Carlos en convenio con el Ministerio de Educación desde hace algún tiempo, se debe justamente a que este programa implementó un sistema de acompañamiento a los docentes en la renovación de sus prácticas pedagógicas en la medida en que van pasando los semestres de su profesionalización. Hay evidencias que muestran que estos docentes tienden a cambiar sus metodologías didácticas memorísticas, repetitivas, libro de texto y copia de contenidos a metodologías activas, constructivistas y transformativas en el aprendizaje, mientras son acompañados. Hay evidencias también que muestran los cambios cualitativamente mejores en los aprendizajes de los alumnos que asisten a las aulas con las nuevas prácticas que van vivenciando con sus docentes profesionalizados en el programa aludido. Desafortunadamente, también hay evidencias que cuando cesa este acompañamiento en muchos casos se vuelve a las mismas prácticas porque la cultura de la innovación, de la construcción individual y colectiva del conocimiento parece no estar muy arraigada en el docente. De ahí que, un sistema de acompañamiento escolar, como el que se plantea con el SINAE es el instrumento adecuado para lograr la pretendida calidad educativa por mucho tiempo ansiada por el sistema educativo nacional. Ojalá el Mineduc no dé marcha atrás en esta apuesta porque es clave para transformar de una vez por todas el viejo sistema de supervisión que como queda dicho, hace mucho tiempo que dejó de ser útil, si es que alguna vez lo fue.

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