David Barrientos
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Este cinco de diciembre se celebra el cuarenta y dos aniversario de los kaibiles, la fuerza élite del Ejército de Guatemala, considerados en el ámbito militar regional como los mejores combatientes de América. La denominación Kaibil es en honor al príncipe del imperio Mam, KAIBIL BALAM, quien como heredero del gran Acab debía estar a la altura de la estirpe de sus antecesores y pasar pruebas de tenacidad, calidad moral, valor, honor, sacrificio, conocedor de la cacería y la guerra, para ser merecedor del principado, quien a corta edad superó las mismas. Registra la historia su astucia al no ser capturado por las tropas de Pedro de Alvarado y haber presentado una resistencia férrea y letal. Adquiriendo por todo esto el vocablo Kaibil, su significado: el que tiene la astucia y la fuerza de dos jaguares.

En el año mil novecientos setenta y cinco se funda la escuela Kaibil. Esta fuerza élite se basa en una mística que se ha forjado no solo en nuestra historia, también durante su existencia; el sometimiento de ocho semanas de entrenamiento en condiciones extremas los fortalece física y psicológicamente, creando en los mismos un espíritu inquebrantable, cualidades de liderazgo, resistencia mental y física, capacidad de resolución de conflictos y toma de decisiones bajo presión, lo que los hace capaces de desarrollar operaciones especiales, de inteligencia y contra la delincuencia terrorista en condiciones adversas, pero sobre todo a desarrollar la guerra con los recursos que incluso la naturaleza le ponga a su alcance o sea que su fuerza no depende solo de los recursos materiales y tecnológicos de los cuales está provisto, puede improvisar muy creativamente para cumplir con su misión. Un alto contenido axiológico le da sentido a todo lo que sucede en cincuenta y seis días y cincuenta y seis noches de entrenamiento. La filosofía de los kaibiles se resume en su lema y nos ilustra su firmeza, si avanzo sígueme, si me detengo aprémiame, si retrocedo mátame. Lo anterior no es ficción, aprobar el curso, haber comandado el Batallón y posteriormente la Brigada de Fuerzas Especiales Kaibil me da certeza de tal realidad.

A esta fecha más de siete mil kaibiles han finalizado satisfactoriamente su entrenamiento y pueden portar con orgullo la boina color púrpura que los identifica, entre ellos, ciento cuarenta y cinco oficiales extranjeros de: México, Chile, Uruguay, EE. UU. Costa Rica, Venezuela, República Dominicana, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Colombia y Panamá, donde afortunadamente dirigen unidades especiales y ejercen liderazgo de acuerdo a su jerarquía. Los kaibiles también han trascendido fronteras con un contingente que contribuye a la paz del mundo, pues a petición de la Organización de Naciones Unidas participan en operaciones para la imposición de la paz en la República Democrática del Congo desde hace diez años, como parte de una fuerza multinacional, donde la fuerza élite guatemalteca tiene las tareas más críticas y arriesgadas. Lamentablemente nueve kaibiles han perdido la vida en ese tipo de misiones en el Continente Africano. Por todo los kaibiles son reconocidos internacionalmente por su rudo y brutal entrenamiento, pertinente de fuerzas especiales y por su desempeño profesional puesto de manifiesto por siempre.

Un reconocimiento a los militares fundadores de esta escuela que ha perdurado y debe seguir preparando hombres para misiones especiales. Adelante kaibiles, los guatemaltecos no sabemos cuándo los vamos a necesitar, mantengan ese nivel óptimo de entrenamiento, sigan poniendo en alto el honor, el prestigio y el liderazgo Kaibil en el mundo.

Kaibil Balam “VIVE”.

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