Carlos Soto Pineda

¡Crear crisis!… Fabricar indignación, incitar al caos… subvertir.

Schwartz György nació en Hungría, y para ocultar su origen judío durante la Segunda Guerra Mundial su padre cambió el apellido a Soros, por eso ahora su nombre es “George Soros”.

Soros maneja una Fundación, la “Open Society” (Sociedad Abierta), que no es más que una fachada para subvertir y desestabilizar países y regímenes gubernamentales no plegados a sus intereses corporativos. Lo hizo notoriamente en los años ochenta en Polonia a través del llamado “sindicato Solidaridad” y su títere Lech Walesa, también en Checoslovaquia, y actualmente con su novedoso plan de las llamadas “Revoluciones de Colores”, en la autodenominada “Primavera Árabe” y en el criminal acoso y ataque a Siria.

En América Latina su intención de desestabilización e injerencia abusiva es obvia, Venezuela, Ecuador, Bolivia, Brasil, Perú y de forma indirecta desde Estados Unidos contra Cuba y aparentemente desapercibido pero muy activo en Guatemala.

Montan un escenario de supuesta lucha ideológica, contraponiendo dos bandos (“corruptos contra no corruptos”) o la falsa izquierda (la empresarial maquillada de progresista) con sus voceros diputados transparentes y la “sociedad civil”, escondiéndose en la mascarada de la lucha contra la corrupción, o en la defensa de la libertad de expresión y protección de los Derechos Humanos CIRCUNSCRITA a los “periodistas New Age” (de la nueva era), peones pagados de su Fundación.

Ahora la guerra es mediática, las escaramuzas se dan en el campo de la simbología a través de los sentidos, de la subjetividad, del pensamiento inducido por medio de imágenes repetitivas, sean estas twits o convocatorias en Facebook.

La estrategia se centra en ejes de captación de atención general –momentánea–, lograr la “INDIGNACIÓN” ciudadana a través de TITULARES que evidencien y pregonen la defensa de la libertad de prensa, que denuncien su “acoso” de parte del gobierno que se quiere defenestrar, la promoción del “periodismo de investigación” y la fabricación de noticias que “siembren” la “indignación” y el descontento contra el Presidente y su Administración.

El objetivo primordial es “Estructurar”, elaborar MATRICES de OPINIÓN que hagan que la ciudadanía se “volque” contra el gobierno, “tome la plaza” y “exija” un gobierno de transición.

Estos son los nuevos instrumentos para subyugar a los países aparentando “Democracia” o gobiernos de gente progresista dizque de izquierda, sin afectar el proceso capitalista esquilmador especulador.

Aquí el “OENEGISMO” se convirtió en “Medios Alternativos”, periódicos de distribución gratuita y analistas planilleros que abogan por un cambio que no es más que la “alternabilidad” sujeta a intereses financieros del llamado nuevo orden mundial.

Es ahora que al ver a los representantes de la autollamada sociedad civil, a los promotores de la “toma de la plaza” y a pseudoperiodistas, que recuerdo a un vecino –maestro de secundaria jubilado– que apodamos “El Príncipe”, que cuando veía a otro vecino, burócrata activo, lo saludaba, y cuando este se alejaba decía: “yo aquí pasando estas penumbras tan perras y ese gozando de las mieles del poder… un mi huesecito así quisiera yo”…

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