Juan Antonio Mazariegos G.

En diversas noticias de prensa se ha hecho pública la fórmula que los Diputados al Congreso de la República promoverán como “la ideal” dentro de las reformas a la Ley Electoral y de Partidos Políticos (LEPP), para permitir finalmente la anhelada elección por personas y no por listas en las próximas elecciones de diputados, uno de los mayores reclamos de la ciudadanía.

La fórmula en mención, se basa en que cada partido político presentará un listado de diputados, en el cual, el orden de posición en la lista tendrá un diferenciador que favorecerá a las personas que encabezan los listados y que se irá reduciendo en función de la posición, es decir, el candidato que ocupa el primer lugar de la lista del partido, para determinado distrito, podrá resultar electo obteniendo menos votos directos que otro que ocupe un lugar posterior a él en la lista.

Evidentemente esto resulta antidemocrático, manipulador, ventajoso, pero sobre todo inconstitucional pues atenta directamente contra el principio de igualdad y el derecho a elegir y ser electo del que disfrutamos todos los guatemaltecos y que no puede estar condicionado o menoscabado a que en el mismo se establezcan categorías, puestos, limitaciones o diferencias entre los candidatos.

Evidentemente quieren garantizar que los mismos de siempre lleguen al Congreso y en el camino y bajo este truco hacer creer a la ciudadanía que están eligiendo por fin por personas y no por listados, los cuales han demostrado en el pasado que sirven únicamente para resguardar o esconder a candidatos que bajo ninguna otra forma pudieron haber sido electos.

Una persona un voto no es una máxima antojadiza, si no el verdadero reflejo de los principios democráticos que aplican, no solo para quien elige y emite un sufragio, sino también para quien es receptor de esos votos y que bajo ninguna circunstancia puede tener una ventaja o diferente categoría sobre cualquier otro candidato, en función de lo que haya decidido un partido político o una ley.

Nos enseñaron en la escuela que las reglas para las sumas de números positivos y negativos indicaban que siempre que se sume un positivo a un negativo la suma resultante será negativa y en este caso se hace evidente, cuando vemos que la suma de la cantidad de votos al cacique que ocupa la primera posición del listado de diputados no puede dar nada más que un resultado negativo para todos los guatemaltecos. No caigamos en una trampa tan burda, es nuestra responsabilidad informarnos, hacerlo evidente y oponernos.

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