Fernando Mollinedo C.

El ESTADO está constituido con los siguientes elementos: TERRITORIO definido por fronteras para que en ellas viva una POBLACIÓN regulada con un ORDEN JURÍDICO INTERNO (Leyes) que le da SOBERANÍA, es decir, la autoridad para decidir sus propias acciones y su identificación internacional llamada NACIONALIDAD.

Esos cinco elementos esenciales, se fueron formando poco a poco, por medio de procesos políticos y a través del tiempo fueron reconocidos por otros países, es decir, se obtuvo el reconocimiento como ESTADO.

Cada cuatro o seis años el Estado es administrado por grupos políticos ideológicos a quienes la ciudadanía por medio del voto les “encarga” desarrollar las ideas propuestas en campaña electoral para innovar, mejorar, quitar, crear, modificar o ampliar las instituciones con las cuales se le brinda un servicio a la población.

Desde la época de La Conquista, luego en el período colonial, después en la época independiente hasta hoy, la administración de Guatemala fue y sigue siendo una apetitosa fruta que desean degustar legal o ilegalmente varios grupos de personas, quienes, según ellos, introducirían nuevos conceptos en el desarrollo personal, material y social de la población.

Sin embargo, la Historia muestra que, como personas, los grupos “ideológicos” que administraron el Estado aprovecharon el poder para incrementar sus haberes particulares, los de sus familiares, amigos y financistas de sus campañas electorales; porque, sin éstos últimos, no hubieran podido hacer la propaganda para pedirle votos a la ciudadanía, pues su peculio personal no les permitió “invertir” para ese motivo.

Estando en el poder, desde los primeros meses en el ejercicio del cargo consideran perpetuarse, pues los militares que desde siempre, han estado “cuidando el poder”, les dijeron al oído que Dios los puso allí por sus altos dotes de “conocimiento, personalidad y valentía” aunque apenas pudieran leer y escribir o fueran pseudo profesionales y perfectos analfabetas funcionales.

Allí les nació la idea que los ENEMIGOS DEL ESTADO, es decir, SUS ENEMIGOS o contrincantes ideológicos, son los enemigos del Estado; entonces, por lo tanto, quisieron y quieren decir que “ellos, los gobernantes, ¿se arrogan la calidad de Estado? ¡VE QUE DE A HUEVO VA LA VIRGEN!

Fueron y serán ENEMIGOS POLÍTICOS DE LOS GOBERNANTES, pero jamás enemigos del Estado, porque la estructura orgánica del Estado no está siendo tocada, alterada o transformada por quienes discrepan públicamente de la forma de administración de la res pública.

¿QUIÉNES SON LOS ENEMIGOS DEL ESTADO? Sencilla respuesta: quienes no estuvieron de acuerdo con las actitudes imbéciles, estúpidas, autoritarias, abusivas, inmorales, ilegales, despóticas, arbitrarias e injustas que tomaron los gobernantes amparados en el poder, para realizar negocios lesivos al patrimonio del Estado.

La ignorancia de los gobernantes es temeraria, “escucharon campanas” y hablaron cual si fuesen doctos con una “autoridad” que da miedo, pena, vergüenza y lástima, pues no tuvieron capacidad de visualizar límites ni considerar las interpretaciones y alcances de sus palabras.

 

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