Pedro Pablo Marroquín Pérez
pmarroquin@lahora.com.gt
@ppmp82
Vengo diciendo que el cambio es un tema económico y que en la medida en que nuestra gente esté empoderada con oportunidades desde que están en el vientre (que la salud de la madre sea adecuada, por ejemplo), nuestra Guatemala sería diferente y para lograr eso, modificar la matriz del Estado mediante una reforma integral es la única opción.
Pero quienes se oponen a la lucha contra la corrupción porque les preocupa su pasado, han utilizado argumentos espurios y uno de ellos es que la corrupción ha desacelerado la economía de Guatemala, pero sería importante conocer su opinión en torno a lo que está sucediendo con el Listado Geográfico de Obras (LGO).
El famoso listado surgió como una herramienta para poder llevar desarrollo a las comunidades (antes PACUR) y el Ministerio de Finanzas lo explica así en su página: “Cada año se elabora un proyecto de listado de obras contenido en los Programas de Inversión, que detalla los gastos e inversiones a realizar por los diferentes Ministerios de Estado, Secretarías del Ejecutivo, Fondos Sociales y Consejos Departamentales de Desarrollo Urbano y Rural como parte del proceso de formulación del Proyecto de Presupuesto de Inversión.”
De ese listado han surgido grandes millonarios, se han pagado millonarias campañas, se han creado grandes cacicazgos locales y algunos empresarios han hecho su agosto en todos lados; en otras palabras, el LGO es una excelente herramienta de la corrupción y uno de los mejores ejemplos de la desnaturalización de las cosas.
Pues resulta que el famoso listado tiene bajos porcentajes de ejecución, porque como me dijo un usuario de ese perverso sistema, “no me cites por nombre, pero todo esto está detenido porque lo que antes pasaba inadvertido, ahora ya no”, lo cual explica, y mucho, los bajos niveles de ejecución del Estado en general y cómo es que la corrupción era el motor que mantenía, en gran parte, activa nuestra economía.
El 11 de octubre, aquí en La Hora publicamos que según los datos del Sistema Nacional de Inversión Pública (SNIP) y el Sistema de Contabilidad Integral (Sicoin), los Consejos Departamentales, una pieza del LGO, deben gastar Q2 mil millones para lo que falta del año. ¿Qué pudo haber afectado tanto la ejecución? ¿No habrán encontrado cómo legalizar la sobra? Eso significa, como ha sido siempre, menos desarrollo para el país y en especial para las personas más vulnerables y con menos oportunidades.
Cada quien es libre de elegir sus batallas y sus argumentos, pero si usted desea oponerse a la lucha contra la corrupción y decir que eso frena la economía, no espere que nuestra economía mejore, que todos podamos seguir generando riqueza sin dejar a tanta gente atrás y que hayan más personas con capacidad adquisitiva para consumir, de forma sostenible, los bienes y servicios que produzcamos.
El cambio es un tema económico y por eso no podemos debatir superficialmente ni tener parches para reformar un sistema que se mueve alrededor de la corrupción.