Roberto Arias

De acuerdo a la página oficial del ejército brasileiro, el objetivo del realce de la presencia del ejército estadounidense en la Amazonia Latinoamericana es crear una base logística multinacional temporal para realizar operaciones de control de migración ilegal, asistencia humanitaria, operaciones de paz, acciones contra narcotráfico y cuidados ambientales.

Lo que puede concluirse sobre este ejercicio es la magnitud y apertura que se ha dado a los Estados Unidos al ingresar a la selva latinoamericana. Por lo que uno de los riesgos es que la base “temporal” se convierta en permanente como sucedió en Hungría, tras los ejercicios de la OTAN. Aunque las autoridades brasileñas niegan esa posibilidad.

El interés de los EE. UU. en la región debe compararse con la tradición de ese país. El combate al narcotráfico, el cuidado de los recursos naturales o su aparente generosidad no son más que banderas sembradas en la región que nos recuerda los encajamientos que llevaron a cabo en Medio Oriente y en otras partes del mundo, donde sus objetivos fueron otros torpemente disfrazados.

Tras las operaciones del ejército estadounidense siempre se agazapa el empoderamiento político y apoderamiento de los recursos naturales para mantener poderío mundial, sin importarles acabar con el Planeta, con los países y con la gente más menesterosa.

Se ha mencionado en esta columna que Latinoamérica ha sido la reserva mundial de Recursos Naturales y llegó la hora de caerle encima. Los países conquistadores de Europa, los rusos, chinos, canadienses y gringos han brincado sobre su presa latinoamericana y no cejarán hasta acabarla, si es que los latinoamericanos los dejamos. Latinoamérica tiene aún gran abundancia de recursos naturales.

De acuerdo al Banco Mundial, la región cumple un rol global en la problemática del cambio climático ya que posee “las reservas de agua dulce más grandes del mundo”. Esa es una de las razones por las que no debemos permitir que extranjeros vengan a empoderarse de nuestros activos naturales ni de nuestras instituciones y/o medios de comunicación, etcétera.

Hace muchos años en esta columna se ha mencionado reiteradamente que en el futuro las guerras serán por la posesión de agua y, ahora es necesario recordar que dentro de los diez países con mayores reservas del líquido vital en el mundo se encuentran Brasil (1ro), Colombia (6to) y Perú (8vo), coincidentemente los tres países implicados en la Operación ‘América Unida’, que se llevará a cabo en Sudamérica con el concurso de los EE. UU.

Si los guatemaltecos seguimos dormidos en la ignorancia como ha sido desde la conquista, no tendremos la oportunidad de luchar verdaderamente para conservar nuestros recursos naturales y por muchos sobornos que paguen a los gobiernos, nos quedaremos sin tierras cultivables, sin agua e incluso… sin aire, ya que la contaminación es global.

El futuro desde este punto de vista se ve espantoso. Es la hora de cerrar filas con la defensa de nuestros recursos y los de toda Latinoamérica.

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