Alfredo Saavedra

Desde Canadá.─ Para poner a prueba la veracidad o falsedad de la interpretación de un importante clérigo iraní de que la “falta de modestia” en el vestir de las mujeres al exhibir mucho de sus cuerpos  lleva a los hombres a la perdición y como resultado se producen los temblores de tierra, un grupo de mujeres hizo una demostración pública en Vancouver, Canadá, exponiendo al desnudo sus pechos, sin que los hombres presentes “se perdieran” ni que se produjeran más sismos de lo normal.

Normal resulta que haya unos 25 temblores terráqueos cada día en el globo, según lo manifestado en la demostración, organizada por la estudiante Jean McCreight, de la Universidad Pardue, quien junto a un centenar de mujeres se desnudaron parcialmente en un parque de la localidad. La idea fue rebatir la aseveración del Mullah Kazem Sedighi, respetado clérigo de Teherán, quien manifestó su preocupación por lo que considera incidencia de los sismos en los último tiempos, atribuidos a lo que interpreta como inmoralidad en occidente por mujeres mostrando cada día más sus cuerpos, en particular los pechos.

Sin embargo, se ha tomado tan en serio la formulación del gran Mullah iraní, aún con el supuesto de que se trata de un individuo ilustrado y en consecuencia sin inclinación a la superchería, que la iniciativa de las muchachas en Vancouver, ha tomado proporciones insospechadas y se intenta convertirla en un desafío internacional. Iniciativa a la que ya se le dio el nombre de Boobquake 2017, que en una traducción muy libre al español podría ser “Tetamovimiento 2017” y que dispone ya de camisetas con ese nombre para popularizar esa campaña de mostrar ocasionalmente en público y en forma masiva los pectorales femeninos.

Ya en el pasado, según texto atribuido al historiador Suetonio, el emperador Constantino aseveró que los terremotos eran causados por la práctica del sexo anal, por lo que no es extraño que ahora un clérigo de la talla del Mullah iraní haga una formulación a lo mejor menos escandalosa que la del emperador romano. Pero la  ocurrencia del religioso iraní ha estado en servicio de la creatividad de la juventud femenina desprejuiciada, que ha convertido en un movimiento de masas lo que al principio pareció solamente un conato de alegría universitaria.

La estudiante McCreigth se proclama como “liberal, curiosa, embelequera, científica y pervertida ateísta feminista” según su propia definición y al parecer ha alcanzado una popularidad que ni en sueños tuvo de no ser la declaración del santón iraní que continuará impasible en Teherán aborreciendo lo que considera impudicia de las mujeres en occidente, contrario al recato de las damas que cubren en forma blindada sus cuerpos de pies a cabeza en los países bajo el denominador del Islam.

Un dato significativo es que según el website del registro geológico de los Estados Unidos, el día de la demostración en Vancouver hubo 45 sismos alrededor del mundo, siendo los más fuertes, uno con magnitud 6.5 registrado en el sureste de Taiwán y otro de 5.4 en las islas Sandwich, en el Atlántico. Sin embargo esa incidencia no le acredita veracidad a la sentencia del Mullah iraní, porque como se anotó al principio de esta nota, se producen múltiples temblores cada día en todo el mundo, estén vestidas o desvestidas las mujeres.

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