Maro Tulio Trejo Paiz

En plena crisis de agresivas amenazas de guerra del líder de Corea del Norte contra los Estados Unidos de América, el Embajador de Surcorea acreditado ante el gobierno de nuestro país, Woonho Lee y señora de Lee, invitaron a una recepción para celebrar el 4,349 aniversario de la fundación nacional de la citada república asiática.

Dicha celebración fue realizada en el amplio salón Gran Roble del Hotel Intercontinental acto que estuvo animadamente muy concurrido por personas de diversos sectores sociales de este Estado Centroamericano.

Las dos Coreas se dividieron cuando lamentablemente pelearon en la confrontación armada de la pasada centuria.

Afortunadamente, ambas partes concertaron la paz después de algunos años, y el feliz acontecimiento fue realizado con gran resonancia internacional en Pan Mun Jom, que pasó a ser la línea divisoria de los territorios que ocupan las dos Coreas

Dos elementos de prensa guatemaltecos, Ramiro McDonald Blanco y el autor de estas líneas de comentarios, Marco Tulio Trejo Paiz, con afán de recabar información de valor noticioso, fuimos a Pan Mun Jomg, y se subieron a una torreta desde la cual divisaron bastante cerca el nombre de la capital norcoreana, Pioyang.

Estando en la torreta, por poco los fulminan a tiros de escopetas unos norteños soldados que, según referencias, los del sur, estaban dolidos porque dos o tres días antes habían sido muertos unos compañeros de armas.

Los dos cazadores de noticias se bajamos rápidamente de la torreta para evitar los disparos de los enfurecidos miembros de tropa del pedazo de país norcoreano y optaron por ir a comprar recuerdos para nuestros familiares y amigos a unas tiendas de preciosos artículos de venta subterránea que instalaron por razones de seguridad contra los bombardeos del “enemigo”.

Pero retomando el motivo de la celebración del ya lejano tiempo de la fundación nacional de la República de Corea, al tener muy cerca ya el punto final, valga decir que la recepción del embajador de la Corea democrática estuvo “requetebién”, muy significativa del patriotismo y de las relaciones de amistosa colaboración que se fortalecen progresivamente.

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