Pedro Pablo Marroquín Pérez
pmarroquin@lahora.com.gt
@ppmp82

Varias fuentes han confirmado que los tres Ministros que renunciaron en conjunto, el de Gobernación, la de Trabajo y el de Finanzas han sostenido acercamientos con el presidente Jimmy Morales para explorar las opciones a futuro. Primero se dijo que ya se les había aceptado la renuncia y ayer el vocero dijo que “siempre no» las han aceptado.

Se sabe también que hay presión de varios grupos y sectores para que los referidos Ministros sigan en su cargo, incluido el artífice del pacto de impunidad, Julio Héctor Estrada, quien armó un presupuesto ad hoc para poder pagar con tales frutos la componenda que salvaba al mandatario y liberaba de responsabilidad a aquellos que han financiado campañas de manera ilícita. Así será el miedo a lo que pueda venir en Finanzas, que prefieren seguir con quien armó todo y luego trató de lavarse la cara.

Pero el punto más importante radica en saber si se volvieron a abrir los espacios que, según ellos mismos dijeron el 19 de septiembre, se habían cerrado. Así decía el comunicado: “Sin embargo, derivado de la evolución de los acontecimientos recientes en el país, somos del criterio que tales espacios de oportunidad para realizar nuestros programas de trabajo, se han cerrado rápidamente”.

Hacer comunicados y fijar posturas no es así no más y sino que lo diga el CACIF que cuando quedó en evidencia que ellos deseaban preservar las instituciones (el Congreso) para poder llevar a cabo reformas al financiamiento electoral (nunca explicaron si para ablandar el delito o para hacerlo más riguroso) montaron en cólera, y por eso es que ahora es válida la pregunta a los Ministros, ¿se volvieron a abrir los espacios? Y quizá antes de eso, ¿cómo fue que exactamente se cerraron?

Al día de hoy Jimmy Morales sigue siendo presidente de Guatemala y debemos saber si abrió los espacios de nuevo porque dejó de ser el líder de los que desean acabar con la lucha contra la corrupción, si se liberó de sus asesores y financistas que los empujaron a dar un salto al vacío con la intención de detener las investigaciones o si solo sigue siendo el mandatario porque es la clave para arropar al sistema y porque aquí somos de memoria corta.

Si es “la clave” para sostener el sistema, Morales lo seguirá siendo hasta que quienes desean preservar el modelo sientan que el mandatario les es útil y con eso no se confundan porque lo mismo hicieron con Serrano y con Pérez Molina por mencionar algunos ejemplos.

Antes de dialogar, debemos saber exactamente bajo qué condiciones seremos gobernados por un mandatario que hasta hoy es él la cara más visible de la clica y de un Congreso compuesto por muchísimos integrantes de una pandilla peor que las que operan en las cárceles con tentáculos en las calles, sin olvidar las intenciones de quienes los financiaron. La transparencia es la madre de todas las virtudes para estos efectos y no puede ser que pretendan un borrón y cuenta nueva como que no hubieran tratado de legalizar la corrupción en un acuerdo multilateral.

Y en todo esto, los ciudadanos jugamos un papel clave si es que en realidad demandamos respuestas y posturas coherentes que nos hagan pensar en un futuro diferente, y todo eso dependerá si cumplimos la expresión que tomo del perfil de Twitter de un amigo: “Como ciudadano guatemalteco juro: Ejercitar mi poder ciudadano, hasta lograr una patria digna y solidaria”. Así de sencillo.

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