Mario Alberto Carrera

20 de septiembre
Recibo algunos comentarios sobre el tema de las manifestaciones, que acabo de comentar. ¿Deben ser pacíficas o, por el contrario, altaneras, belicosas y cabronas? Me decanto por el último paradigma. ¿Qué llamo a la sedición? ¡Claro que sí! Me importa un pito lo que diga la flamante (¿) Constitución. Prefiero el Contrato Social Rousseau-Diderot. Los modelos económicos y políticos de Guatemala están supremamente agotados. No son ¡tan siquiera!, neoliberales. Ello sería así, si estuvieran en la andadura de Hobbes, Hume y Berkeley. Pero el nuestro es un liberalismo en pepián del cachimbiro. Perverso y versionado en la “Marro”, para uso y abuso de los monopolistas, aunque el monopolio esté condenado constitucionalmente. Paradigmas agotados también en lo político y económico. La encomienda sigue vigente disfrazada de violado Código del Trabajo, con el que trapean en el Ministerio respectivo y en las haciendas y fincas de los terratenientes negreros que son la mayoría del país.

Así las cosas, que “todo el mundo” clame por manifestaciones del “20S” en un encuadre de paz no me cuadra. En un contexto como el de nuestro país ¡aún semifeudal y aún no industrializado dentro de modelos realmente capitalistas como quería Árbenz!, los desfiles y plantones populares deberían ser transgresivos a ultranza. Y sin muchachitos y carruajes infantiles ni ventas de shucos y granizadas. ¡Puros machos y unas cuantas hembras de verdad! Pintarrajeando. Con grafitis, que es la voz de los que no la tienen en los vendidos medios de comunicación. Algunos de los cuales hoy quieren vestir de primera comunión. Cuando todos sabemos que trafican publicidad sin licitación.

22 de septiembre
Integro un coloquio sobre Miguel Ángel Asturias (el temita de turno) con otros dos Marios: Morales Álvarez y Sandoval Samayoa. Nos invita el decano de Humanidades de San Carlos, maestro Waldemar Mazariegos. El simposio tuvo éxito. Me alegro de haber estado en esa ¡mi casa!, en la que impartí docencia durante 25 años. Que se dice fácil. Fui, además, su director de Letras y de Extensión. No, si tampoco soy cualquier baba de perico.

23 de septiembre
La Prensa alharaquienta, cacariante, achacosa, es decir vendida a la alta burguesía, ¡que la llena de anuncios! (y por el momento en pleito y enfrentada con la de Rabbé) grita y pregona –con sus múltiples disfraces de morería villana– que el matamoros-matarreos Erwin Sperisen ¡ha quedado libre!, ¡no hay tales carneros! Falta por ver. Esperamos que no tenga tanta “suerte” como Vielmann Montes, Giammattei y Figueroa. Cuatreros –los cuatro– inspirados en la Colonia, donde y cuando el encomendero era dueño de las vidas y destinos de sus colonos. Así llegó la cosa hasta el maldito Jorge Ubico, cuando la revolución del 44 terminó con ley de vialidad y de vagancia, que hacían del humilde un trabajador obligado.

El verdadero pueblo se indigna ante los hechos consumados en la operación Pavo Real. Y clama porque el afán y el espíritu de las ejecuciones extrajudiciales (que vienen siendo tan típicas como el pulique y el jocón) acaben para siempre. Muestra de la vigencia de tal maldición es Blanco Lapola (ex ministra de Gobernación y hermana de Orlando) quien asimismo las practicó. ¿Sí o no? Bueno, pues entonces ¡duro contra Sperisen! cuya libertad es condicional. Y cuya condena debe ser ratificada.

24 de septiembre
El archipastor Maxwell vuelve a lanzar sus telarañas siniestras y pertinaces sobre Guatemala: todos los maestros serán amaestrados en la Casa de ¿“Dios”? Maxwell, Espina (embajador) y Jimmy –el espantoso clown– fecunda en Guate un gobierno fundamentalista como el que hubo con el general chusema. ¿Y así quieren manifestaciones pacíficas?

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