Raúl Molina
La Asamblea de la Sociedad Civil jugó un papel fundamental para lograr los Acuerdos de Paz de 1996. Ahí se formularon propuestas para que luego el Gobierno de Guatemala y la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca (URNG) definieran, con el apoyo de la ONU, las disposiciones de los Acuerdos. Hoy, que debemos salvar al país de su condición de Estado fallido y neocolonia estadounidense, debemos volver a la Asamblea de la Sociedad Civil (ASC) para formular propuestas, que luego deben pasar a la Asamblea Nacional Constituyente Incluyente para ser incorporadas en las leyes de orden constitucional (Constitución y Ley Electoral y de Partidos Políticos). En 1991, la ASC fue convocada por la Comisión Nacional de Reconciliación, bajo el liderazgo de los Obispos Rodolfo Quezada Toruño y Juan Gerardi. Hoy, se han producido dos convocatorias legítimas para lidiar con la crisis -Foro Guatemala y PDH/Usac- pero incompletas, ya que no se incluyen, en ninguna de las dos, todos los sectores pertinentes de la sociedad civil. También se ha producido una convocatoria ilegítima -la del Ejecutivo, los alcaldes alineados con el Presidente y CACIF- que debe ser descartada por ser parte del problema. El CACIF se negó en 1991 a ser parte de la ASC, para reservarse su proximidad al Ejército; pero hoy su única forma de participación debiese ser como un actor dentro de la ASC. Ante la situación actual, me inclino a favor de que los convocantes sean personas respetadas que formen una Comisión con la PDH, la Usac, las Iglesias con autoridad moral y universidades privadas.
Es muy importante rescatar los sectores de la sociedad civil, entre ellos el movimiento social y popular; pero, dadas las circunstancias que son distintas en 2017, por un lado ya no hay razón de ser de los refugiados en México, pese a un pequeño grupo que fue obligado a abandonar Petén, recientemente, ni debe invitarse a los partidos políticos, por su falta de solvencia moral. Hay que incorporar a las organizaciones de mujeres, de jóvenes y de migrantes, al igual que otros sectores discriminados. ¿Qué debe discutir la ASC? En primer lugar, la composición de la Junta Civil Provisional de Gobierno y su mandato, para asumir las funciones Ejecutiva y Legislativa lo antes posible (antes del 15 de octubre); en segundo lugar, debe discutir las características de la Asamblea Nacional Constituyente Incluyente, su convocatoria y forma de elección y su mandato y calendario; y en tercer lugar el nuevo Pacto Social, Económico, Político y Ético de los cuatro pueblos de Guatemala, con miras a trasladar a la Asamblea Nacional Constituyente Incluyente los insumos necesarios para redactar la nueva Constitución y las nuevas Ley Electoral y Ley de las organizaciones para la participación política.
Insto a los potenciales convocantes a que inicien el proceso de convocatoria de la ASC de inmediato y a las organizaciones de los diversos sectores de la sociedad que agilicen su inscripción. El proceso debe ser abierto, para ir incorporando gradualmente a nuevos interesados; pero los trabajos deben iniciarse a partir del 2 de octubre. No se le puede dar largas a la crisis.