Javier Monterroso

Cuando escribo estas líneas acabo de regresar de la plaza donde nuevamente, al igual que en el 2015, decenas de miles de personas fueron a protestar indignadas y en rechazo al pacto de corrupción fraguado entre los 107 diputados y el Ejecutivo, y aunque la mayoría eran estudiantes de la Usac y campesinos, también había miles de estudiantes y profesionales de las universidades Rafael Landívar, del Valle, Mariano Gálvez e incluso algunos de la Francisco Marroquín. Lo más impresionante de hoy es que a diferencia del año 2015, cuando las manifestaciones se hacían los días sábados en la tarde, cuando ya la mayoría de personas no trabaja, esta fue en un día hábil, y aun así se calcula que aproximadamente 200 mil personas salieron a manifestar a nivel nacional, mucha gente fue a trabajar y llegaron después de horario laboral y aún se encuentran en la plaza a pesar del cansancio y la lluvia, como lo han señalado algunos periodistas esto es aún más fuerte que antes, la gente está más clara y decidida.

A pesar de lo anterior, algunas personas y grupos insisten en señalar que la lucha contra la corrupción tiene ideología y que todo es un plan macabro para posicionar a grupos de izquierda en el poder, que es un plan urdido desde la administración izquierdista de Obama en EE. UU., la UNE, Helen Mack, Thelma Aldana, Iván Velásquez y el Grupo Semilla para convertir a Guatemala en una nueva Venezuela. No se deje engañar por esas mentiras, conozco a Helen Mack de hace diez años y es profundamente derechista, Thelma Aldana también ha manifestado públicamente ser de derecha, la CICIG persigue a varios de la UNE incluyendo a su ex Secretario General, el Grupo Semilla son antichavistas y lo que menos quieren para Guatemala es convertirla en algo parecido a Cuba o Venezuela. Pero, además, la administración de Donald Trump, que personifica a la extrema derecha sigue apoyando la lucha contra la corrupción, a la CICIG y al MP aún más que Obama.

A nivel mundial nadie está en una lucha ideológica, los únicos países con una economía de tipo socialista en el mundo son Cuba y Corea del Norte, Venezuela fue un experimento fracasado y China es comunista solo en lo político porque en lo económico es tan capitalista como EE. UU. y lo sé no porque me lo hayan contado sino porque ya estuve allí, el comunismo y el socialismo fueron derrotados desde que cayó la Unión Soviética en 1991.

Ahora bien, si los empresarios y la derecha política no partidista no apoya la depuración del Congreso y del Ejecutivo sí se va a fortalecer la izquierda que puede aprovechar la indignación ciudadana, y en lugar de poner como presidente provisional a alguien profundamente de derecha como Maldonado Aguirre les puede salir el tiro por la culata, ojo con eso, el empresariado y las iglesias deben tener claro de qué lado de la lucha contra la corrupción están, pues la gente está indignada y rechaza a todo aquel que apoye a los corruptos.

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