Sandra Xinico Batz
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¿Era la vulneración de la autonomía universitaria la que provocaba la crisis en la Usac? ¿Qué pasaba realmente? Estas eran las preguntas iniciales. La toma de la Universidad destapaba para algunos (que en su mayoría éramos jóvenes) una estructura de corrupción que respondía a la ideología que hasta hoy persiste: hacer carrera universitaria para llegar al Estado a cualquier precio. La Universidad no era más que el reflejo en “pequeño” del Estado y empezábamos a comprender de qué se trataba esto.

El problema con las autoridades universitarias no se trataba únicamente en que permitían y practicaban la corrupción, sino que al ser la Usac un micropoder, tiene las herramientas para cooptar estudiantes, profesores y/o trabajadores, y echar abajo cualquier intento por transparentar la administración y fiscalizarla. Los privilegios que permite el pertenecer al Consejo Superior Universitario (CSU) o ser Decano de la Facultad de Derecho se deben principalmente a lo que implicará en la política nacional.

La Usac es uno de los cuatro organismos que según la Constitución Política de la República tienen iniciativa para la formación de leyes. ¿Cuántas leyes ha propuesto y cuáles se han concretado?

Tiene la potestad de nombrar delegados ante la Corte de Constitucionalidad, Junta Directiva del IGSS, CONACYT, Junta Directiva del Transmetro y Multisectorial de Transporte, Junta Directiva del INE y Junta Monetaria. De integrar comisiones de postulación para la Corte Suprema de Justicia, Contraloría General de Cuentas, Defensa Pública Penal, Salas de Apelaciones, Tribunal Supremo Electoral y Ministerio Público. Está representada en el ICTA, INAB, FONACON y Comisión Nacional de Electricidad.

Según la Dirección General de Investigación de la Usac, hasta 2014, la Universidad contaba con 37 representaciones ante cuerpos colegiados en el status quo de Guatemala. Describe que es la única universidad del mundo que posee iniciativa de ley y garantía presupuestaria de orden constitucional.

La representación universitaria permite hacerse de “conectes”. Las relaciones que se establecen por las vinculaciones entre Usac-Estado terminan en puestos dentro de partidos políticos que se forman desde el ámbito estudiantil, al punto de que la representación estudiantil misma se vuelve un modus vivendi que permitirá mantenerse en el poder. Allí está el caso del exrepresentante estudiantil ante el Consejo Superior Universitario, Jorge Mario García, que permaneció en el puesto por diez años mientras fue también candidato a alcalde de Mixco por el partido Unionista y que al no ganar las elecciones terminó siendo Alcalde Auxiliar de la zona 21, cargo que ostenta hasta la actualidad.

Se le atribuye una responsabilidad importante en la cooptación de la Asociación de Estudiantes Universitarios (AEU) porque ha sido un personaje que se ha posicionado visiblemente desde la violencia y la criminalidad. Así como nosotras y nosotros nos percatábamos de esto, el Consejo Superior Universitario también lo hacía, pero solía argumentar que no le correspondía intervenir para investigar o sancionar, claro ¿con qué solvencia lo harían?

Y a todo esto, ¿qué pasaba con la educación y en qué andaba? ¿Id a dónde y enseñad qué? Esta era la otra tanda de preguntas.

 

 

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